Es importante que todos, grandes y pequeños, hombres y mujeres, nos preocupemos un poco más por conocer nuestra historia nacional. Si no desconectamos de ella, empezaremos perderle cariño -como ha ocurrido ya- a nuestros valores nacionales.
Debemos conocer quiénes han sido los personajes importantes, desde los más conspicuos hasta lo que parecieran insignificantes, pues han sido ellos quienes con sus errores y aciertos, construyeron la nación que hoy gozamos.
En este año del Centenario de la República, sería oportuno que todo nos acerquemos a los libros y a las personas que conocen la historia para entender un poco los fenómenos que originaron los cambios que nos trajeron hasta donde hoy estamos.
Si nos divorciamos de nuestra historia, corremos el riesgo de repetir los errores del ayer. Eso dicen todos. Pero el asunto es más grave: si no repasamos los caminos que ayer recorrieron otros, podríamos extraviarnos en los pasos que vayamos a dar, y muy posiblemente llevemos a la patria por derroteros y senderos ya superados.
Además, seríamos muy injustos con quienes dieron su sudor y sangre para construir un país. Es de honor reconocer el trabajo de los otros, por humilde que sea, en la construcción de una nación noble que todavía espera su reconstrucción. |