Lunes 21 de dic. de 1998

 









 

 


FAMILIA
Crecer libre de drogas


Robert L. DuPont Jr. M.D.

LOS NIÑOS Y EL ALCOHOL

Los jóvenes, cuyo peso corporal generalmente es inferior al de los adultos, alcanzan una concentración de alcohol en la sangre mayor que la de los adultos y muestran mayores efectos por períodos más prolongados habiendo tomado la misma cantidad que los adultos.

HECHOS ACERCA DEL TABACO

Sabemos que los fumadores son 10 veces más propensos que los no fumadores a contraer cáncer del pulmón y tres veces más propensos a morir jóvenes como consecuencia de ataques cardíacos. En 1985, el cigarrillo fue la principal causa de muertes tempranas entre los adultos. La nicotina, ingrediente activo del tabaco, es tan habituante como la heroína, y menos del 20 por ciento de los fumadores logran dejar el vicio la primera vez que lo intentan. A pesar de estos hechos, muchos jóvenes consumen estos productos.

  • El 18 por ciento de los alumnos del último año de escuelas secundarias fuman todos los días; el 11 por ciento fuman diez o más cigarrillos diarios.
  • Los jóvenes que fuman cigarrillos son más propensos a consumir cualquier otra droga.
  • El 70 por ciento de los niños prueban el cigarrillo y el 40 por ciento lo hace antes de ingresar a la escuela secundaria.
  • Los cigarrillos contienen más de 4.000 sustancias nocivas, varias de las cuales producen cáncer.
  • El 12 por ciento de los jóvenes y el 1 por ciento de las jóvenes han mascado o aspirado tabaco. El tabaco que no se inhala en forma de humo es tan perjudicial y habituante como el que se inhala.

DATOS SOBRE LA COMUNICACION

No siempre resulta fácil mantener una efectiva comunicación entre padres e hijos. Los niños y los adultos tienen estilos diferentes de comunicarse y distintas formas de responder en una conversación. Además, la oportunidad y la atmósfera pueden determinar el grado de éxito de una comunicación. Los padres deben encontrar tiempo para hablar con sus hijos en forma tranquila y sin apuro. Los siguientes datos tienen por objeto facilitar el éxito de la comunicación.

ESCUCHE

  • Preste atención
  • No interrumpa
  • No prepare lo que va a decir mientras su hijo está hablando.
  • Reserve su juicio hasta que su hijo haya terminado y le haya solicitado una respuesta.

OBSERVE

  • Esté atento a la expresión facial y al lenguaje corporal de su hijo. Está nervioso o incómodo (frunce el entrecejo, tamborilea con los dedos, mueve un pie, mira el reloj)? O parecen relajado, sonríe y le mira a los ojos? Observar estos signos ayudará a los padres a saber cómo se sienten los niños.
  • Durante la conversación, muestre que ha oído lo que su hijo está diciendo:Ñ inclínese hacia adelante si está sentado, pásele el brazo sobre el hombro si están caminando, asiente con la cabeza y haga contacto visual.

RESPONSA

  • "Me preocupa mucho..." o "Comprendo que a veces es difícil..." son mejores formas de responder a sus hijos que comenzar por "Deberías..." o "Si yo fuera tú..." o "Cuando yo tenía tu edad..." Hablar en términos de lo que usted está sintiendo resulta más cordial y su hijo probablemente no lo tomará como una reprimenda o una respuesta automática.

 

 

 

 



 

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