FAMILIA
Crecer libre de drogas
Robert L. DuPont Jr. M.D.
LOS NIÑOS Y EL ALCOHOL
Los jóvenes, cuyo
peso corporal generalmente es inferior al de los adultos, alcanzan una concentración
de alcohol en la sangre mayor que la de los adultos y muestran mayores efectos
por períodos más prolongados habiendo tomado la misma cantidad
que los adultos.
HECHOS ACERCA DEL TABACO
Sabemos que los fumadores son 10 veces más propensos que los no
fumadores a contraer cáncer del pulmón y tres veces más
propensos a morir jóvenes como consecuencia de ataques cardíacos.
En 1985, el cigarrillo fue la principal causa de muertes tempranas entre
los adultos. La nicotina, ingrediente activo del tabaco, es tan habituante
como la heroína, y menos del 20 por ciento de los fumadores logran
dejar el vicio la primera vez que lo intentan. A pesar de estos hechos,
muchos jóvenes consumen estos productos.
- El 18 por ciento de los alumnos del último año de escuelas
secundarias fuman todos los días; el 11 por ciento fuman diez o
más cigarrillos diarios.
- Los jóvenes que fuman cigarrillos son más propensos a
consumir cualquier otra droga.
- El 70 por ciento de los niños prueban el cigarrillo y el 40
por ciento lo hace antes de ingresar a la escuela secundaria.
- Los cigarrillos contienen más de 4.000 sustancias nocivas, varias
de las cuales producen cáncer.
- El 12 por ciento de los jóvenes y el 1 por ciento de las jóvenes
han mascado o aspirado tabaco. El tabaco que no se inhala en forma de humo
es tan perjudicial y habituante como el que se inhala.
DATOS SOBRE LA COMUNICACION
No siempre resulta fácil mantener una efectiva comunicación
entre padres e hijos. Los niños y los adultos tienen estilos diferentes
de comunicarse y distintas formas de responder en una conversación.
Además, la oportunidad y la atmósfera pueden determinar el
grado de éxito de una comunicación. Los padres deben encontrar
tiempo para hablar con sus hijos en forma tranquila y sin apuro. Los siguientes
datos tienen por objeto facilitar el éxito de la comunicación.
ESCUCHE
- Preste atención
- No interrumpa
- No prepare lo que va a decir mientras su hijo está hablando.
- Reserve su juicio hasta que su hijo haya terminado y le haya solicitado
una respuesta.
OBSERVE
- Esté atento a la expresión facial y al lenguaje corporal
de su hijo. Está nervioso o incómodo (frunce el entrecejo,
tamborilea con los dedos, mueve un pie, mira el reloj)? O parecen relajado,
sonríe y le mira a los ojos? Observar estos signos ayudará
a los padres a saber cómo se sienten los niños.
- Durante la conversación, muestre que ha oído lo que su
hijo está diciendo:Ñ inclínese hacia adelante si está
sentado, pásele el brazo sobre el hombro si están caminando,
asiente con la cabeza y haga contacto visual.
RESPONSA
- "Me preocupa mucho..." o "Comprendo que a veces es difícil..."
son mejores formas de responder a sus hijos que comenzar por "Deberías..."
o "Si yo fuera tú..." o "Cuando yo tenía tu
edad..." Hablar en términos de lo que usted está sintiendo
resulta más cordial y su hijo probablemente no lo tomará
como una reprimenda o una respuesta automática.
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El Papa se reúne con Patriarca
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