Ha cambiado de mentalidad la Fuerza Pública
o sigue siendo el mismo cuerpo represivo?
Redacción
Crítica en Línea
Siendo Policía Nacional,
Guardia Nacional, Fuerzas de Defensa y ahora antimotines, los agentes del
orden público, a través de su historia, han arremetido contra
el pueblo panameño.
Con el pretexto de la obediencia debida, los Doberman ayer y los antimotines
hoy, que son las compañías para controlar disturbios, sin
discriminación han sofocado desórdenes públicos con
dureza, tanto en la época de la dictadura como en democracia.
Cuando esto ha ocurrido, brillan por su ausencia las comisiones de derechos
humanos. Pero el pueblo se pregunta si con la llegada del próximo
milenio estos agentes del orden público habrán cambiado de
mentalidad o siguen siendo el mismo cuerpo represivo acostumbrado a disparar
contra multitudes desarmadas.
El pueblo, que ya le ha perdido el temor a la acción de la Fuerza
Pública, sigue confrontando con los policías, aunque aspira
a que algún día los miembros de esta institución castrense
hagan causa común con los ciudadanos que luchan por reivindicaciones
sociales.
Estas gráficas de un ayer no muy lejano demuestran la acción
policial contra el pueblo y la ira popular como respuesta a la impotencia
de acciones más concretas.
Ahora el pueblo panameño lucha contra la privatización
del IDAAN y el establecimiento de los días puente, pero el gobierno
ha hecho caso omiso del clamor general. Esto ha tenido como consecuencia
enfrentamientos lamentables que abren grietas entre el pueblo y la Fuerza
Pública.
Una escena que se ha repetido en todos los tiempos. La amenaza y la intimidación
al final la rebasan los manifestantes.
Hoy como ayer, los radiopatrullas transportan a los antimotines. Dos
guardias armados vigilan cautelosamente las protestas.
Estos cuadros del ayer deben desaparecer, pero las autoridades han hecho
caso omiso. Aquí,la intimidación y arresto de un ciudadano.
Los arrestos múltiples por la obediencia debida. Y así
van a parar estos ciudadanos con sus huesos a la cárcel.
La ira popular se refleja en esta gráfica en la que los manifestantes
arremeten contra todo. Incluso, contra la propiedad pública que es
de todos.
El transporte privado también se ve afectado. En una manifestación
de hace varios años, este bus fue incendiado por manifestantes.
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