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Reivindicaci�n de los Asentamientos campesinos
Alfredo Acu�a H.
Cr�tica en L�nea
Mucho se ha escrito sobre los Asentamientos campesinos desde diferentes puntos de vistas. La mar de las veces haciendo del mismo un tema controversial, al punto de llegar a crear hacia los mismos un ambiente realmente de hostilidad que no ha existido, por ejemplo, para las cooperativas. Analicemos un poco por qu� esta situaci�n de animadversi�n. La misma es producto, en parte, primero, por ser un tipo de organizaci�n campesina promovido por el gobierno militar que encabez� el General Omar Torrijos Herrera y, segundo, por tratarse los integrantes de las mismas, en la mayor�a de los casos, particularmente al inicio, de "precaristas en tierras privadas". La oposici�n, cr�tica y cuestionamientos a este modelo de organizaci�n campesina ha tenido, pues, fundamentalmente motivaciones pol�ticas, por parte de los que en su momento se opusieron al r�gimen militar y, por otra, la oposici�n proveniente de aquellos que vieron afectado sus intereses creados, propietarios ausentistas de tierras que no cumpl�an con la funci�n social. Los Asentamientos campesinos surgen producto de la acumulaci�n de la lucha campesina que se da particularmente en las d�cadas de los 40, 50 y 60. Cabe indicar las acciones que se dieron en forma espont�nea e individual durante los a�os 40 as� como el Primer Congreso Campesino de Veraguas en 1957. Este Congreso si bien era de car�cter regional trat� problemas de otras �reas del pa�s. En la d�cada del 60 surgen las ligas campesinas en las provincias de Veraguas, Chiriqu�, Cocl� y Panam�. Estos son los verdaderos antecedentes hist�ricos de los Asentamientos campesinos paname�os. Opositores a los Asentamientos campesinos llegaron a ser ministros y altos funcionarios gubernamentales que en los �ltimos lustros propugnaron algunos, abiertamente por la eliminaci�n legal de este modelo de organizaci�n campesina. Otros, en forma un tanto sutil, persiguieron este mismo objetivo. En la pr�ctica cancelaron todo tipo de asistencia financiera y de asistencia t�cnica y promovieron -de distintas maneras - que tierras asignadas a los Asentamientos pasaran a otras manos, particularmente de sus amigos y conocidos. Se quiso utilizar el tema de la morosidad de la deuda cuando el an�lisis de la misma ha comprobado el gran esfuerzo que estas organizaciones han realizado para llegar a pagar el 85 por ciento del capital prestado que lleg� a setenta y ocho millones de balboas y se pagaron en concepto de intereses treinta y seis millones de balboas. Todo esto a pesar de que los Asentamientos fueron v�ctima de proyectos mal dise�ado, intermediarios privados que se aprovecharon en su beneficio de la falta de experiencia de estas organizaciones as� como pagos que se realizaron y que no fueron descontados de la respectiva cuenta en el Banco de Desarrollo Agropecuario (BDA). En nuestro poder tenemos un listado de casos, largo de enumerar, que claramente detallan malos manejos por parte de t�cnicos y funcionarios del sector oficial agropecuario en asocio, en no pocos casos, con intermediarios privados. En todo caso los perdedores fueron siempre los Asentamientos campesinos. Igualmente no hay que eximir de culpa a corruptos dirigentes campesinos, los cuales por ambiciones personales llegaron a propinarle duro rev�s a los Asentamientos campesinos. De ah� que resulta insustancial, superficial y carente de conocimiento de causa hablar a la ligera del "fracaso de los Asentamientos campesinos". Pero muchos de los que hacen estos se�alamientos aceptaron como bueno las exoneraciones que durante d�cadas favorecieron al reducido grupo conocido con el nombre del "club de los exonerados". Estas exoneraciones sumaron miles de millones de balboas. La realidad actual es que de los doscientos cuarenta y nueve Asentamientos que se llegaron a constituir existen en la actualidad 113 que se encuentran organizados en la Confederaci�n Nacional de Asentamientos Campesinos (CONAC) con cinco Federaciones: la de Azuero, Veraguas, Panam�, Col�n y Chiriqu�. De las 69 mil hect�reas asignadas a estas organizaciones ocupan actualmente 30 mil. La CONAC es parte activa de la Asociaci�n de Peque�os y Mediano Productores de Panam� (APEMEP) y esta a su vez forma parte de la Asociaci�n de Organizaciones Campesinas Centroamericanas para la Cooperaci�n y el Desarrollo (ASOCODE). Con la aplicaci�n en la actualidad de la Ley No.43, de 30 de agosto de 1999, mediante la cual se autoriza al BDA a condonar deudas a organizaciones campesinas, se viene a hacer justicia y reivindicar a estos modelos de organizaciones campesinas cuyos integrantes provienen de los sectores marginados del campo. Los Asentamientos campesinos caminan a su reactivaci�n y bien pueden contribuir efectivamente al combate de la pobreza rural que golpea a nuestro campo as� como a lograr una verdadera participaci�n del campesino(a) en todos los aspectos de la vida nacional. Lo inteligente y sabio es aprovechar la experiencia positiva acumulada durante d�cadas. Y en el aprovechamiento inteligente de esta experiencia jugar� un papel protag�nico la mujer rural. Los Asentamientos campesinos se encuentran normados por la Ley No. 23, de 21 de octubre de 1983, "por la cual se reglamentan las Organizaciones Campesinas en la Rep�blica de Panam� y ella establece en su art�culo 56 que "cualquier organizaci�n productiva de la prevista en esta Ley podr� por s� sola o mediante acuerdo con otras organizaciones similares, constituir una empresa de segundo grado, para la transformaci�n parcial o total del producto agropecuario primario y su comercializaci�n dentro del mercado nacional o extranjero". Conozco de los esfuerzos que en este sentido adelantan, en la actualidad, Asentamientos integrantes de la Federaci�n de las Provincias de Panam� y Col�n, gracias al apoyo financiero de organizaciones tanto gubernamentales como no gubernamentales extranjeras.
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