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EDITORIAL
De Pearl Harbour hasta la lucha canalera
El 7 de diciembre de 1941, los Estados Unidos declararon la guerra al Jap�n despu�s del artero ataque a la base naval norteamericana. El imperio del sol naciente rompi� una operaci�n de pinzas contra el embargo petrolero que agobiaba su pa�s, pero la agresi�n se hizo sin previa declaraci�n de guerra envolviendo a la naci�n norteamericana en el conflicto contra las Potencias del Eje. La cruenta historia de la Segunda Guerra Mundial tiene p�ginas de dolor y hero�smo y aunque los Estados Unidos entr� despu�s de dos a�os en la contienda b�lica cuando ya algunas naciones beligerantes estaban desgastadas, la victoria signific� un triunfo sobre la barbarie que significaba el imperio japon�s. Durante la Segunda Guerra Mundial los norteamericanos ten�an un n�mero plural de bases militares en el istmo, muchas de las cuales trataron de retener despu�s de terminada la guerra de 1945. El rechazo por Panam� del Convenio Fil�s-Hines en diciembre de 1947 signific� el principio del fin de la marcada influencia que ten�a la naci�n del norte sobre nuestro territorio. En 1970, cay� otro basti�n militar norteamericano al devolver la Base de R�o Hato y as� sucesivamente han revertido otros sitios de defensa siendo la �ltima Fourt Clayton poniendo de manifiesto que al mediod�a del 31 de diciembre nuestra patria ser� libre y soberana sin la presencia militar de los Estados Unidos. Especial menci�n merece el doctor Harmodio Arias Madrid que elimin� la cl�usula de intervenci�n, ya que anteriormente esas intromisiones eran armadas y diplom�ticas como ocurri� en 1916, cuando ocuparon la provincia de Chiriqu�; durante la huelga inquilibaria en octubre de 1925 cuando se tomaron la ciudad de Panam�; el 9 de enero de 1964 con la agresi�n armada que dej� un saldo de 22 muertos y 350 heridos, y durante la cruenta invasi�n del 20 de diciembre de 1989 y cuyo n�mero de v�ctimas no se ha podido precisar. Pearl Harbour llev� a los Estados Unidos al teatro de la guerra en el Pac�fico y aunque ello se hizo en nombre de la libertad, los paname�os observamos hoy este suceso como un cap�tulo doloroso de la confrontaci�n de ambos pueblos. Panam� marcha hacia la recuperaci�n �ntegra de su territorio en una sola bandera. Lo anterior significa que todas las naciones, pueblos y gobiernos deben levantar el estandarte de la libertad, igualdad y fraternidad en el tercer milenio de la era cristiana.
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PUNTO CRITICO |
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