|
TEMAS DE ACTUALIDAD
Agua, tesoro natural
Ferm�n Agudo Atencio
A lo largo y ancho del pa�s, gobiernos anteriores desarrollaron un plan ambicioso a nivel nacional de coberturas de aguas a las comunidades apartadas, emplazadas en �reas de dif�cil acceso; esta ascendi� a un porcentaje rayano con el 82% de acuerdo al censo de 1990. Haciendo referencia a datos posteriores se presume que ya para 1997 alcanzaba la sorpresiva cifra del 89%; es para sentirse verdaderamente feliz. Pero aqu� no debemos detener tal euforia, existen consecuencias negativas que emanan de tales proyectos que se prohijaron con halagadoras esperanzas. La intenci�n fue magn�fica, pero qu� del seguimiento que se le llevaron a las susodichas obras, algunas de ellas de costos elevados. Enfoco dos situaciones en estos casos muy propias de ser evaluadas con toda serenidad y seriedad: la primera, las comunidades rurales propiamente estatuidas, y la segunda, las �reas aleda�as a la ciudad de Panam�. Ambas presentan un cuadro similar de precariedades, porque las enfermedades h�dricas son las mismas, con s�ntomas semejantes en todas las �reas. Es casi seguro que al hacer alusi�n a las coberturas de agua estemos pensando que todas aquellas regiones que se beneficiaron con estos proyectos, est�n hoy viviendo con ventajas fabulosas. Tal realidad no pasa de ser una estricta subjetividad, la problem�tica es a�n m�s seria y profunda. Muchos de estos acueductos construidos, ya son en estos momentos obsoletos y gran cantidad de ellos, no han recibido el seguimiento adecuado en cuanto a una limpienza rigurosa. Es un alimento el que le estamos enviando a los usuarios y como consecuencia el mismo tiene que reunir las reglas de asepsia exigidas. Es lamentable la experiencia sufrida, se abre la ducha y el agua la recibimos sucia, en otros casos hasta lombrices realizan el recorrido por el t�nel pl�stico. Hay organismos internacionales interesados en proveer a las comunidades interioranas de agua potable, la UNICEP es una de ellas que acuerpa aspiraciones de gran envergadura; en conjunto con otras entidades nacionales. Este tema se sensitivo y por naturaleza exige especial atenci�n de nada valdr�n los endeudamientos, las contribuciones, las cooperaciones si el l�quido que vamos a entregar en el alijibe no cuenta con la exigencias de sanidad que son indispensables, para una buena alimentaci�n. El elemento vital, encierra una extra�a paradoja; en un alimento, pero si est� contaminada es un enemigo irreconciliable. Detr�s de armar el laberinto con sus tanques de procesamiento y de reserva e impulsarlo a presi�n por las ca�er�as a las casas del vecindario, no ser�a prudente detener el objetivo aqu�, hay que tener presente que se trata de un elemento b�sico en la vida de los asociados y amerita un estricto tratamiento. Si abandonamos, siquiera por un momento los cub�culos refrigerados, podremos patentizar que en Villalobos, a unos pasos de la capital, se han detectado muchos casos de amebiasis, endemia terrible responsable de un cuadro pat�tico de defunciones.
|
|
|
