EDITORIAL
Nuevas relaciones
El encuentro de la mandataria paname�a Mireya Moscoso y el presidente estadounidense Bill Clinton, abre la puerta a una nueva relaci�n entre dos pa�ses, que debe enmarcarse en el mutuo respeto, pero que se vio empa�ada con la reiteraci�n de Washington, de poder intervenir en el Istmo, si existe alg�n peligro contra sus intereses. Estados Unidos, con un rosario de intervenciones militares en Panam�, debe retirar dentro de 71 d�as todos sus efectivos militares de territorio paname�o y cumplir con la reversi�n de la v�a acu�tica. El Canal de Panam� ha perdido la importancia que en el pasado se le dispens� en el �mbito militar, pero nuestro pa�s todav�a representa un punto estrat�gico para la seguridad regional y la lucha antidrogas. No por gusto sectores del Congreso norteamericano persisten en retener alg�n tipo de presencia de tropas norteamericanas, m�s all� del 31 de diciembre de 1999, por eso surgen las acusaciones del peligro del presunto control de la China Comunista sobre el Canal de Panam�. Ese argumento fue desvirtuado atinadamente por el exsecretario de Estado Henry Kissinger, el hombre que durante el gobierno de Richard M. Nixon, promovi� en 1972 la apertura de la distensi�n con China. El que una compa��a que mantiene v�nculos con Pek�n opere puertos en el Atl�ntico y el Pac�fico paname�o, no puede ser utilizado como excusa para argumentar una invasi�n comunista. Por eso es cuestionable que un vocero de la Casa Blanca pregone en el preciso momento en que la presidenta Moscoso visita ese pa�s, que Estados Unidos, al amparo de los tratados canaleros, tiene el derecho a intervenir en Panam�, cuando estime que sus intereses nacionales est�n en juego, una tesis que es muy discutible al amparo del derecho internacional. Estados Unidos debe entender y aceptar que Panam� tendr� que procurar sus propios programas para proteger el Canal y su territorio, y en todo caso debe apoyar con equipos y capacitaci�n a los responsables de esas tareas. No es secreto que la guerrilla y los paramilitares colombianos representan una amenaza para Panam� y sus pa�ses vecinos. Los rebeldes obtienen ingresos anuales superiores a 600 millones de d�lares de actividades il�citas y han mantenido una guerra por cuatro d�cadas, que ha ocasionado m�s de 35,000 muertos, pero todo esto suced�a aun con la presencia del Comando Sur en las riberas del Canal. Por eso fue categ�rico el pronunciamiento de Mireya Moscoso al salir de la Casa Blanca: a ning�n pa�s le interesa m�s que a Panam�, la seguridad del Canal y el respeto a su neutralidad.
PUNTO CRITICO |
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