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MENSAJE
Las tres mar�as trilllizas
Hermano Pablo
Se llamaban Mar�a Luz, Mar�a Sol y Mar�a Lucero. Eran hermanitas, y eran trillizas. Ten�an cuatro a�os de edad. Desde su nacimiento, las tres ni�itas, que eran llamadas por los vecinos de ese barrio de Bogot� �Las tres Mar�as�, viv�an bajo el signo de la desgracia. La madre, una mujer mendiga, las hab�a abandonado no bien nacieron. Un diario local las hab�a bautizado y les hab�a buscado un hogar donde las cuidaran. Posteriormente la madre las reclam� para s�, y desde entonces viv�an con ella en una humilde vivienda de los suburbios de Bogot�. La tragedia ocurri� un d�a en que la madre sali� a mendigar por las calles y dej� a las ni�as en la casita, cerrando la puerta con llave. Una botella llena de gasolina, destinada a la cocina de la casa, cay� al suelo, y el l�quido se inflam�. Las llamas invadieron la casa en un instante, y ante los ojos espantados de los vecinos que nada pudieron hacer por salvarlas, Mar�a Sol, Mar�a Luz y Mar�a Lucero perecieron carbonizadas. Ten�an muy bellos nombres, pero un destino tr�gico. �Con cu�nta facilidad ocurren tragedias en este mundo! Un simple descuido de una persona puede provocar la muerte de sus seres m�s queridos o desencadenar una tragedia que lleve ruina y destrucci�n a cientos o miles de inocentes. Sin embargo, no tenemos que aflijirnos tanto por �Las tres Mar�as�. A Dios gracias que esas ni�itas de cuatro a�os de edad est�n ya con Cristo, en el reino de los cielos. Aquel que dijo: �Dejen que los ni�os vengan a m�, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos� (Lucas 18:16), ya las recibi� en sus brazos. Por los que s� debemos aflijirnos son los grandes, los mayores, los que tienen uso de raz�n y conciencia de pecado, y viven descuidadamente y por ende a merced de cualquier accidente fortuito. Cada momento de cada d�a hay que estar preparado. Nuestra vida es muy insegura. Es Cristo quien ofrece esa preparaci�n.
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