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PARA ALGUNOS ES UN "CASTIGO DE DIOS"
Posible erupci�n del Garganta de Fuego atemoriza a ecuatorianos
Agencias
Internacionales
La posible erupci�n del Tungurahua en Ecuador tiene una explicaci�n muy simple para Mercedes Fiallo, quien era una adolescente cuando el volc�n estall� en llamas y cenizas por �ltima vez, en 1918: es un castigo de Dios por todos nuestros pecados. Fiallo, ahora de 100 a�os, resume as� la angustiosa situaci�n de unos 20.000 residentes en las inmediaciones del Tungurahua (Garganta de Fuego, en quechua), cuya expulsi�n de rocas incandescentes es visible a simple vista desde grandes distancias, en las noches o las madrugadas. "La reventaz�n de fuego era de tener miedo, botaba mucha candela y sonaba dur�simo", dijo Fiallo el martes a Reuters, al rememorar la �ltima erupci�n del Tungurahua. Hoy, ciega y ayudada por su hija de 65 a�os en un albergue transitorio, Mercedes dice que no le teme mucho al volc�n, porque argumenta que no emite a�n mucho ruido. En los �ltimas d�as, el Tungurahua ha obligado a que los 17.000 residentes de la ciudad tur�stica de Ba�os y de otros remotos poblados vecinos evacuen lo que pudiera ser el radio de alcance de una violenta erupci�n. El Tungurahua, que ha erupcionado 81 veces en los �ltimos 3.000 a�os, se alza a 5.020 metros sobre el nivel del mar y est� a 170 kil�metros al sur de Quito. El volc�n fue declarado el s�bado en alerta naranja ante un notorio aumento de la actividad fumar�lica y de gases. La alerta naranja, que es un paso previo a la roja, significa la posibilidad de una erupci�n en cuesti�n de d�as o semanas. Una erupci�n podr�a ocurrir en cuesti�n de d�as ante el notorio aumento de su actividad, dijo el martes la principal investigadora del Tungurahua. La volcan�loga Patricia Mothes, que vigila al Tungurahua en la cercana ciudad de Ambato desde hace varios d�as, dijo a Reuters que es dif�cil dar una fecha exacta de la erupci�n, pero aclar� que "no ser�n muchos d�as" hasta que ocurra. "Los s�ntomas del volc�n son tales que indican que hay un tremendo movimiento de gas dentro del volc�n. Tambi�n es muy probable la acumulaci�n de magma que est� en movimiento en el volc�n", agreg�. "Las condiciones del volc�n lucen m�s probables de que (la erupci�n) sea en un corto per�odo de tiempo, en lugar de un largo per�odo", explic� Mothes. Antes, el Instituto Geof�sico anotaba que, "Se sigue presentando la emisi�n continua de gases acompa�ada de una leve cantidad de ceniza, alcanzando (las emisiones) una altura de tres a cinco kil�metros". Volcan�logos predicen que la erupci�n del Tungurahua ser�a de nivel 3 en una escala del 1 al 7. El Tungurahua es uno de los 31 volcanes actualmente activos en Ecuador. En las �ltimas semanas, la actividad de otro volc�n, el Guagua Pichincha, a 12 kil�metros de Quito, ha despertado intranquilidad en los 1,2 millones de habitantes de la capital latinoamericana por su lento proceso eruptivo. El drama causado por el Tungurahua no es solo humano: los animales tambi�n sufren las consecuencias de una evacuaci�n. Los organismos de protecci�n ambiental del gobierno continuaban el martes pugnando por terminar la evacuaci�n de 161 animales del zool�gico de Ba�os, entre los que figuran varias especies en extinci�n. "Es complicado el manejo de la vida silvestre, aun en buenas condiciones de traslado los animales pueden morir en e viaje por estr�s", explic� el jefe de distrito forestal de la provincia de Tungurahua, Rodrigo Aguilar. En las calles de Ba�os y pueblos cercanos, el control policial y militar era estricto por unos 300 efectivos. "S�lo los que tienen salvoconducto pueden pasar, el resto est� prohibido", dijo un oficial del ej�rcito ecuatoriano, al negarle a un residente de Ba�os la entrada para ver c�mo estaba su casa deshabitada. Seg�n las autoridades, los campesinos que porten permisos especiales pueden ingresar a revisar sus cosechas, pero s�lo por espacio de horas y siempre vigilados por un militar. Los expertos dicen que los efectos que traer�a una violenta erupci�n ser�a la ca�da de ceniza y la inhalaci�n de fuertes dosis de azufre, capaces de causar la muerte. La mayor�a de los evacuados por la amenaza del Tungurahua se han dirigido a la ciudad de Ambato, a unos 39 kil�metros del volc�n y de unos 173.000 habitantes.
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