Al cumplirse dos meses del derrumbe que sepultó a 33 mineros en el norte de Chile, las autoridades alistan los preparativos del rescate, mientras tres perforadoras siguen excavando en la mina San José, donde los trabajadores permanecen a unos 700 metros de profundidad.
En el campamento "Esperanza", aledaño a la mina, las familias de los mineros los homenajearon con un sonoro bocinazo de una patrulla de Carabineros.
La perforadora T-130, del "Plan B", se mantiene como la mejor posicionada para llegar a los mineros y ha alcanzado 466 metros, de los 632 que debe excavar.
Sin embargo, André Sougarret, responsable del operativo de rescate, indicó que se vieron obligados a reducir de 28 a 26 pulgadas el diámetro del conducto para paliar el desgaste del martillo de la máquina, ocasionado por la dureza de la roca.