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CUARTILLAS
Detalles
 
Milciades A. Ortiz Jr.
Colaborador
En un supermercado de clase media para arriba, en la secci�n de vegetales no hab�a ninguno que hubiera sido sembrado en Panam�. Todos ven�an del extranjero. Molesto le dije al "machigua" encargado de pesarlos: "Mientras en Cerro Punta dicen que hay diez mil cajas de lechuga sin vender, Uds. no tienen una sola libra de lechuga paname�a sino extranjera". El empleado me mir� como si fuera un bicho raro. Contest� que eso era lo �nico que hab�a all�, y que si no quer�a, no lo comprara. Por mi mente vino la escena que vi en marzo pasado, de agricultores de Cerro Punta lament�ndose porque no pod�an vender cebollas, lechugas, papas, debido a que algunos supermercados prefer�an traerlas del exterior, ahora que bajaron los aranceles. Dej� de comprar en ese supermercado "extranjero". Cuando busco vegetales, los reviso, para comprar los que tienen etiquetas que indican que son de las Tierras Altas chiricanas. Y que no me vengan con el cuento que estos productos no son tan buenos como los extranjeros, porque eso no es cierto. Pocos d�as despu�s de este incidente, escuch� en la radio decir que la libra de lechuga en Cerro Punta se vend�a a quince cent�simos, mientras que en los supermercados estaba a setenta y cinco. La diferencia es enorme, entre lo que recibe el productor y quien mercadea el producto. He aqu� uno de los grandes problemas del alto costo de la vida en nuestro pa�s. Se trata del famoso "intermediario", quien invirtiendo menos y con menor riesgo que el productor, tiene mayores ganancias al vender el producto caro. Espero que las nuevas autoridades del Instituto Mercadeo Agropecuario y del mismo ministerio responsable del agro, busquen alguna salida a esta realidad. As� se lograr�a bajar el precio de la canasta b�sica de inmediato, sin mayores problemas. El asunto no es que el intermediario no gane dinero, sino que no se lleve "la tajada del le�n", por simplemente traer el producto desde el lugar de producci�n. Otro detalle que deseo se�alar es la ocurrencia de uno de mis lectores, quien sugiri� que se hiciera un sorteo extraordinario de la Loter�a, para conseguir fondos para el Hospital Santo Tom�s. Estoy seguro que el pueblo paname�o respaldar�a este sorteo, y hasta los que no son "chingueros" comprar�an billetes de loter�a. Tambi�n me conversaron sobre algunas donaciones de equipo, que a veces resultan dif�ciles de aprovechar, o causan gastos extras excesivos. Me dijeron que, por ejemplo, un pa�s regala maquinaria a una instituci�n, pero no da nada para su mantenimiento. El equipo se usa hasta que se da�a porque una pieza se malogr�. Entonces descubren que esa pieza cuesta muy caro y hay que comprarla en el exterior, lo que significa varios meses de engorrosos tr�mites. La "ley de menor esfuerzo" hace que se desista de reparar la m�quina, que ser� arrinconada por a�os en un sitio alejado de las autoridades de la instituci�n. Ser�a recomendable que cuando se hagan donaciones, el pa�s que tuvo esta buena idea comprenda que tambi�n hay que donar mantenimiento. Otro comentario al respecto fue que a veces la m�quina donada es tan complicada, que no existen funcionarios en la instituci�n que sepan manejarlas. Entonces hay que enviarlos a tomar un curso. Eso no siempre se hace r�pido, por lo que el artefacto corre el riesgo de quedar sin uso mucho tiempo. Al respecto, hay que se�alar que parece existir en algunos funcionarios una fiebre de "modernismo". Quieren artefactos con la �ltima tecnolog�a, porque eso le da "cach�" (prestigio) a la instituci�n. Lo que hace es pedir nuevo equipo, a pesar de que el viejo est� en buen estado y puede seguir prestando servicio con eficiencia. Ojal� los nuevos funcionarios no caigan en esta situaci�n.
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