La parte frontal del estadio �Rico Cedeño� de la ciudad de Chitré tenía frondosos árboles que le dieron sombra a la mole de concreto. Esto mantenía al graderío de sombra con una agradable temperatura de noche, y las gradas de concreto frescas para pasarla bien de día. El trinar de aves cantoras, y de otras que escogieron esos árboles para anidar, hizo un hermoso ecosistema, como pedido a la naturaleza para ser parte de este legendario coliseo deportivo lleno de historias gloriosas.
El director Regional del Instituto Nacional de Deportes (INDE), Víctor �Porrita� Almengor, solicitó a los chitreanos, no ser criticado por esta acción, menos tildarlo de �arboricida�.
Explicó Almengor que el corte de todos esos árboles se debió, �porque lastimosamente eran una amenaza para el público y sus carros, aquí en el estacionamiento del estadio. Yo jamás hubiese cortado uno de estos árboles que son parte de la historia que se ha vivido en este estadio�.
Añadió que hubo que derribarlos porque por dentro estaban todos podridos.