El hámster tiene muchas ventajas sobre otras mascotas, por eso es tan popular en todo el mundo. Es pequeño, barato de alimentar; vive en una jaulita que ocupa poco espacio y es más fácil de atender que un perro, un gato o unos peces. Además, no huele, no hace casi ruido, es manso y se muestra afectuoso con sus cuidadores.