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TEMAS DE ACTUALIDAD
Vida adversa
Ferm�n Agudo Atencio
Colaborador
Paso en el d�a de hoy a exponer a la consideraci�n de los respetables lectores que buscan �vidos en los diarios, una orientaci�n juiciosa de los problemas actuales. Creo alejarme de todo capricho tendencioso, inspirado por una corriente equilibrada, digna de sopeso, resultado de prudente ecuanimidad. Observo una resistencia que se ha suscitado entre los obreros y la Empresa Privada que no son precisamente ditirambos los que se est�n lanzando. Es la dificultad que encierra un elemento b�sico que juega un papel indiscutible en la vida: el dinero. Con una inflaci�n que corre despampanante, paseando todos los alimentos por los hermosos parajes atmosf�ricos, priv�ndonos diariamente de poder obtener los art�culos necesarios de nuestra nutrici�n diaria. Obviamente, tener recursos o carecer de ellos son posiciones antag�nicas que corren paralelas hasta el fin, sin congruencia alguna. Los que tienen dinero defienden la proposici�n un tanto singular que la sedici�n la est� presentando la gente que trabaja. �Y qu� de los que no trabajan? Sustentan ellos. El asunto se va m�s all� de la simple apreciaci�n y se escapa de la adecuaci�n seria de nuestras manos. Podemos defender a capa y espada la tesis que Panam� ocupa tal y cual lugar de preferencia con un salario m�nimo codicioso, pero lo cierto es que nosotros vivimos aqu� y no en otro sitio, ni en la luna y sabemos sin perdernos en la odiosa equivocaci�n que un hombre con un salario de 275 balboas no puede vivir dignamente con su familia. Nuestro pa�s es caro, tal vez uno de los m�s prohibitivos de Am�rica Latina y esto significa mucho, para una rep�blica peque�a, subdesarrollada, donde la industria todav�a est� en sus albores y nuestra vivencia se ha transformado en la hu�rfana pr�ctica de s�lvese quien pueda. De qu� nos vale tener las tribulaciones que implica el trabajo si lo que devengamos es irresponsable, para el cumplimiento de nuestros compromisos caseros. Es una tarea nada envidiable, laborar, para no ser responsable en el hogar con sus deberes; en ese escenario aflora el agotamiento de la voluntad, donde la productividad corre el riesgo de caer en una angustiosa ineficiencia producto de una fuerte desesperaci�n. Un buen salario redunda en trabajo productivo, no se puede bregar con el est�mago vac�o. Los intestinos sin alimentos sufren de flatulencia. El gobierno de las armas no se puede llevar sin el gobierno de las tripas, as� lo afirma Cervantes. Es un esfuerzo fenomenal el que se desempe�a en la vida, trabajar con hambre, esto resulta incre�blemente dif�cil. Le recomiendo al gobierno que legisle con premura, sobre la estabilidad del campesino, prohibiendo su migraci�n hacia la capital, promoviendo planes de desarrollo en la campi�a, esto puede dar lugar al surgimiento de nuevos pueblos con olor a monte, salvando en esta forma el tener que contemplar los cuadros de miseria y dolor que se evidencian en los suburbios capitalinos. La voz de la pobreza tararea canciones de tristeza que se traducen en alaridos de dolor por las calles de la metr�poli, es la fatiga que golpea un sistema gastrointestinal ag�nico.
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