Cinco delincuentes tomaron por sorpresa a una comerciante que descuidó su puesto de venta para comer y al regresar le colocaron una pistola en la cabeza.
El hecho se dio la noche del pasado domingo, en la calle principal de Villa Lobos, en Pedregal.
La afectada manifestó que prefiere perder el dinero- B/.30.00- que un miembro de la familia.
Para la comerciante de origen extranjero, no es la primera vez que los maleantes hacen fiesta en su local, pero prefiere no denunciarlos porque ellos sólo pasan dos semanas en la cárcel de menores y vuelven a la calle.
La mujer de 46 años, con una sonrisa en sus labios y ojos anecdóticos, dijo conocer muy bien a los facinerosos que se apropiaron del dinero que tenía la caja menuda.
Para ella, el error estuvo en dejar el portón abierto, oportunidad que no volverá a darles.