Ghana y Australia resolvieron con un empate a uno el encuentro que disputaron en Rustenburgo, en el que la selección australiana fue superior a su rival en el conjunto del partido, a pesar de que jugó con diez hombres desde la expulsión de Kewell (m.24).
Hasta entonces, Australia había cobrado ventaja en el marcador, pero en la acción de la expulsión recibieron el empate de penalti, lo que no les impidió mantener la igualada hasta el descanso y estar más cerca de la victoria que su rival en la reanudación, ya que el empate les servía de un poco de cara a la clasificación.
El partido dio comienzo con el gol australiano, marcado por Holman, tras un error del meta ghanés a disparo de Bresciano. Fue en una nueva acción en la que un portero del Mundial, en este caso el africano Kingson, no estuvo acertado a la hora de detener un balón.
Sin embargo, la jugada clave del partido fue la del tanto del empate ghanés. Corría el minuto 24 cuando un disparo de Mensah fue desviado con la mano en la línea de gol por Kewell. El italiano Rosetti señaló el correspondiente penalti y expulsó al jugador australiano.
Gyan consiguió el segundo tanto de su equipo en el Mundial, ambos obtenidos de penalti.