Los quinientos policías del nuevo Grupo Especial de Infracciones serán los únicos que pueden multar a los conductores de Ciudad de México, la urbe más grande de América con unos veinte millones de habitantes.
En una medida que pretende acabar con la corrupción entre los agentes de tráfico, el secretario de Seguridad Pública del DF, Manuel Mondragón, presentó a este nuevo cuerpo.
Un grupo de uniformados, cuyas principales señas de identidad son un chaleco fosforescente con la leyenda "Autorizado para infraccionar" y un dispositivo móvil para tomar una imagen del hecho punible, informó este órgano.
Sin foto, no habrá multa, excepto cuando no se respete un alto, anunció Mondragón y agregó que la exigencia de una evidencia de la infracción cometida por el vehículo forma parte de la estrategia de "cero tolerancia" con la corrupción.