Antonio Shakespeare fue encontrado culpable del crimen del trabajador Publio Rentería, según un jurado de conciencia al culminar la audiencia realizada en el Segundo Tribunal Superior de Justicia.
Los hechos que motivaron el proceso se registraron la madrugada del 28 de diciembre de 1997, en el sector de Santa Librada, cuando Shakespeare y Rentería mantuvieron una pelea.
En primera instancia, los sujetos fueron separados, pero luego el imputado regresó con un arma blanca, y le propino una puñalada a Rentería que le causó la muerte.
Acto seguido, se dio a la fuga y logró salir del país, pero fue capturado en Nicaragua en el 2004 y deportado a Panamá.