Carteles de bienvenida desplegados por toda la ciudad de Panamá y la presencia de unidades de la Fuerza Pública son los signos más notorios de la celebración, a partir de mañana, de la XXXVII Asamblea de la OEA, que reúne a representantes de 34 países.
El operativo de seguridad para garantizar el buen desarrollo del encuentro, denominado Acrópolis, moviliza a 1,500 efectivos. Se ha confirmado ya la presencia de unas 200 delegaciones de organismos e instituciones de todo el mundo y la cobertura de prensa de más de 400 profesionales internacionales.
El tema central que se debatirá en la Asamblea será la "Energía para el Desarrollo Sostenible".
Aunque la polémica generada en el continente por el cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV) y la repetida solicitud de extradición venezolana del anticastrista Luis Posada Carriles, al que acusa de terrorismo, no aparecen en la agenda, son asuntos que anteceden las consultas previas a la Asamblea.
Se ha informado que algunos de los países miembros de la OEA promueven la firma de una declaración final sobre ambos casos y que se están haciendo consultas en ese sentido, pero ninguna fuente oficial lo ha confirmado.
Sí se proclama ya, con el consenso de todos los participantes, que la "Declaración de Panamá", con cuya firma debe concluir la Asamblea el próximo martes, reconoce "el potencial de los biocombustibles para diversificar la matriz energética del Hemisferio".
Destaca, sin embargo, "la necesidad de obtener y utilizar todas las formas de energía que estén en armonía con la vida y la naturaleza" y de preservar "el aire, el agua y la tierra que proveen el alimento y hábitat para todos los seres vivos" y que sean asequibles para las poblaciones más vulnerables.
La inauguración será esta noche, en el Teatro Nacional, y se contemplan los discursos del presidente Martín Torrijos, José Miguel Insulza y Ban Ki-moon, secretarios generales de la OEA y de la ONU, respectivamente.
La nota de color, según el programa, es el recordatorio del 30 aniversario de la firma de los tratados con los que Panamá recuperó la administración del Canal interoceánico.
Se prevé que la "foto de familia" de los delegados de la OEA se haga en las esclusas de Miraflores.