Gobierno colombiano pide al ELN liberación
de rehenes
Agencias
Internacionales
El gobierno del presidente
Andrés Pastrana dijo que el secuestro de 35 personas en un avión
comercial no puede ser usado por la guerrilla Ejército de Liberación
Nacional (ELN) como instrumento de extorsión para obtener ventajas
en una negociación de paz.
"El gobierno considera que la paz no puede ser el resultado del
chantaje, y que no cederá ante crímenes atroces'', dijo un
comunicado al que dio lectura el asesor presidencial para la seguridad ciudadana,
Gonzalo de Francisco.
Un portavoz del ELN, identificado como comandante Alonso, manifestó
hoy que los rehenes son ``prisioneros de guerra'', que están en lugar
seguro y reciben trato humanitario.
"Cuando el gobierno no tiene voluntad para demostrar que quiere
construir la paz en Colombia, las organizaciones buscan métodos para
que el gobierno se interese'', dijo el guerrillero en una entrevista con
la cadena radial RCN en el municipio norteño de San Pablo, donde
el ELN mantiene desde el lunes a las 35 personas secuestradas.
Por otra parte ayer tras insistir en que el secuestro es obra del ELN,
que intentaba abrir negociaciones con el Gobierno, el presidente Andrés
Pastrana dijo que el hecho constituye una violación del derecho internacional
humanitario y lo calificó como "demostración inútil
de fuerza".
Al mismo tiempo, los guerrilleros entregaron a la Cruz Roja a dos mujeres
que viajaban en la aeronave, desviada de su ruta entre Bucaramanga y Bogotá
y abandonada en las selvas del Magdalena Medio, por cuyas ciénagas
huyeron los cinco captores con 41 personas.
Con la entrega de dos secuestradas, Isabel Cristina Rincón -funcionaria
de la Empresa Colombiana de Gas (Ecogas, estatal), con dos meses de embarazo-
y Rebeca Corso, recién operada, se elevó a ocho la cifra de
liberados y siguen cautivos 33 pasajeros y tripulantes, entre ellos varios
extranjeros.
Varios medios de comunicación especularon sobre un posible mensaje
entregado por el ELN a las últimas rehenes liberadas, en el que harían
algunas exigencias al gobierno para finalizar el drama.
El martes los secuestradores habían liberado al misionero laico
italiano Giovanni Zerrassi, a un bebé de tres meses y a su abuela,
a un matrimonio de ancianos y a otra mujer de edad avanzada.
Entre los secuestrados se encuentran la religiosa ecuatoriana Josefina
Bu Menoscal, el empresario panameño Nicolás Martínez
Aguilar, Daniel Wolman, de origen estadounidense, y Daniel Laszlo Kali,
húngaro.
También figuran el gerente de Ecogas, Abner Duarte Santos, el
parlamentario Juan Corso y el alcalde del municipio de Zulia, Juan Carrero.
Los rehenes fueron capturados a bordo de un avión de la aerolínea
Avianca que hacía un vuelo entre la ciudad oriental de Bucaramanga
y Bogotá.
El comunicado del gobierno dijo que los cinco aeropiratas aparentemente
tuvieron cooperación de personal del aeropuerto Palonegro de Bucaramanga
para portar armas cortas, con las cuales intimidaron a la tripulación
del avión Fokker-50 y lo obligaron a aterrizar en una pequeña
pista clandestina en el norte del país.
El secuestro de los rehenes civiles fue dirigido por Pablo Beltrán,
considerado el tercero al mando del ELN y su portavoz internacional, con
el propósito de ``generar hechos demostrativos de la capacidad armada''
del ELN, agregó el comunicado.
El ELN exige al gobierno la desmilitarización de una amplia
zona del departamento norteño de Bolívar, para mantener allí
diálogos de paz en una ``convención nacional'' con participación
de representantes de la sociedad civil, del gobierno y de la guerrilla.
El gobierno rechazó esa condición, y los diálogos de
interrumpieron en febrero.
El gobierno reiteró hoy que para ``la obtención de la
paz no se actúa por hechos de fuerza'', y que la liberación
de los rehenes es la única alternativa para reanudar los diálogos
con la guerrilla.
El comunicado oficial señaló que el presidente Pastrana
ha partido a las fuerzas militares instrucciones para que en las operaciones
de rescate de los secuestrados actúen con prudencia, para preservar
sus vidas.
Asimismo, agradeció los mensajes de solidaridad recibidos de
los gobiernos de España, Japón, Estados Unidos, Canadá
y de las Naciones Unidas, que demuestran ``el rechazo categórico
contra este acto terrorista, dentro y fuera del país''.
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