Esta es precisamente la frase que el común de las personas expresa cuando está próxima a jubilarse o pasar al retiro laboral. Se hacen planes, proyectos, pero todos en base a que serán una realidad, cuando se jubilen. En base a este planteamiento, surge la interrogante: �Por qué tiene que ser cuando llegue este momento? Comparto mi punto de vista al respecto.
Cuando se jubilan, las visitas al médico son más constantes. Aparecen los dolores por aquí y por allá; empieza la artrosis a buscar por dónde atacar; el colesterol se eleva, producto de la alimentación que ha llevado durante toda su vida; el corazón empieza a cansarse, como consecuencia del estrés laboral, en fin, aparece "dolores", acompañado del ay, ay.
La salud se torna más delicada. A estos achaques se une el aspecto económico, que si usted no llegó a planificar su vejez, limitan más el disfrute de esta etapa dorada de la vida, o lo contrario, se planificó, pero sus hijos adultos le piden que le tiren la "toalla".
Entonces, no esperen jubilarse para disfrutar los años que nuestro creador les regala. Una vez sus hijos llegan a la adolescencia, donde la presencia de los padres pasa a un segundo plano, pues, los amigos son más divertidos que los progenitores, allí, empiece a planificar sus viajes y diversiones. Lo ideal es que sea en compañía de la persona que le ha ayudado a levantar el hogar, pero si las condiciones no se dan, se aplica un plan B que implica divertirse con familiares o amigos contemporáneos.
Y, si hablamos de diversión, yo si no voy a esperar jubilarme para divertirme. En estos momentos estoy disfrutando con mi compañero de más de 30 años, de un crucero por el Caribe. Viajamos con unos amigos; Jorge y Finita, que conocimos hace dos años cuando se inició la temporada de cruceros, partiendo desde Colón.
Que orgullo siento que mi Panamá, el país de las oportunidades, se haya constituido por tercer año consecutivo en un puerto de salida, que recibe a extranjeros, lo que representa una inyección para la economía nacional.
Mientras disfruto de las bellezas de Cartagena, Gran Caimán, Montego Bay y Roatán, además de las múltiples actividades que se realizan en este hermoso crucero, les aseguró que no vale la pena esperar jubilarse para empezar a divertirse. Los invito a vivir desde ahora, ya!
