Comunican a Bill Clinton vaticinios para América Latina en el nuevo siglo

Las decisiones del presidente Clinton influirán en Latinoamérica en lo que será su proyección en el siglo XXI. Foto AP

Washington
AP

El presidente Bill Clinton y sus planificadores económicos fueron advertidos públicamente que más que sus fórmulas económicas, las actitudes nacionales influirán en la América latina en el nuevo siglo.

La advertencia la formuló Mark Falcoff, especialista latinoamericano de la fundación de estudios políticos American Enterprise Institute.

"El tema en boga es la necesidad de dar un contenido social a la política de mercado,'' señaló Falcoff en alusión a las gestiones de Clinton en la región. "Es difícil saber qué se busca (pues) en México los latinoamericanos han intentado lograr el estado intermedio, como los grandes entes paraestatales de Brasil, Chile, Argentina y Venezuela''.

Falcoff sostiene que "el estado social en la América latina ha sido marcadamente ineficiente y vergonzosamente corrupto'', observando que en años recientes Venezuela "destinó a la educación un porcentaje de su riqueza similar al de Estados Unidos y la Argentina gastó lo mismo que Francia en sus programas sanitarios''.

"En ninguno de esos dos países los resultados han justificado las erogaciones'', señala Falkoff.

"La cuestión de la corrupción es fundamental para el futuro económico de la región, cualquier que sean los indicadores o los modelos económicos. El grado en que se ataque la corrupción en la próxima década dirá más sobre el futuro de la región que las meditaciones momentáneas de sus dirigentes e intelectuales sobre las virtudes o limitaciones del mercado libre''.

Falcoff analiza los problemas de la reforma en Brasil, Chile, México, Argentina y Venezuela.

"La gran desilusión del fin de siglo es Brasil'', dice Falkoff, pues ``el Congreso, gobernaciones, sindicatos e intelectuales están bien atrincherados contra el presidente Fernando H. Cardoso no obstante su decisivo mandato de reformas... claramente, la lucha por una economía más moderna y eficiente será una guerra sin cuartel''.

Los problemas más serios de México son ``la corrupción, la suerte de su nuevo pluralismo político y el continuo crecimiento de la mayor ciudad del mundo (México). El hecho de que México sea pobre no quiere decir que sea revolucionario pues hay una considerable reserva hacia la violencia y el desorden. Es probable que esta sea la razón por la cual Cuauhtemoc Cárdenas, que perdió la presidencia en las dos elecciones previas, posiblemente pierda la del año 2000''.

Falcoff dice que el nuevo presidente de Venezuela, Hugo Chávez, da en el clavo cuando dice que "la mitad de la dirigencia es corrupta. Un 82 por ciento de la población cree que su país es el más rico del mundo, por lo que cada venezolano debe gozar de una prosperidad sin esfuerzos. La caída de los precios del petróleo sacó a la democracia social venezolana de su sendero. Los líderes de los grupos de protesta que apoyaron a Chávez están recibiendo los principales puestos. ¿A quién se está engañando?.''

Respecto a la Argentina, Falcoff dice que la posible victoria del candidato radical Fernando de la Rúa aconsejaría al presidente saliente Carlos Menem dejar que la derrota recaiga en el aspirante peronista Eduardo Duhalde''.


 

 

 

 




 

"La cuestión de la corrupción es fundamental para el futuro económico de la región, cualquier que sean los indicadores o los modelos económicos. El grado en que se ataque la corrupción en la próxima década dirá más sobre el futuro de la región.

 

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