La presunta muerte en un incidente armado ocurrido en las márgenes del río Tuira en Darién de 3 supuestos guerrilleros a manos de unidades fronterizas, mantiene a Panamá en el medio de un conflicto interno colombiano que data desde 1964 con la creación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP).
El abogado internacionalista Julio Berrío puso en duda las muertes de los milicianos colombianos, aduciendo que nadie ha visto los cuerpos y que no hay claridad en el asunto, lo que se busca es justificar que los gobiernos de derecha busquen estrategias tendientes a establecer bases militares con apoyo extranjero.
"Panamá debe hacer respetar su estatus de estricta neutralidad, y se está buscando problemas con facciones internas de otro país, donde el presidente Uribe (�lvaro) debe solucionar sus propios problemas", cuestionó Berrío.
"Al meterse en un problema que no nos interesa, se ha creado un problema en la frontera", señaló el jurista internacionalista.
Berrío puso en duda todo el asunto que ha ocupado la atención nacional con la supuesta muerte de guerrilleros colombianos del Frente 57 de las FARC, cuyos cuerpos aún no han sido reclamados y se encuentran desde el pasado viernes en la Morgue Judicial de Panamá al ser desenterrados de una fosa común, ubicada en el cementerio de La Palma en Darién.
Panamá a través del Servicio Nacional de Fronteras reforzó la seguridad en los pueblos que se ubican en las márgenes del río Tuira, cercanos a poblados colombianos y en donde se ha dado el desplazamiento de los pobladores hacia el área de Boca de Cupe, donde hay unidades fronterizas panameñas.
En el recorrido realizado por Crítica hacia el poblado de Yaviza, punto de salida de los uniformados panameños que están asistiendo en la seguridad de pueblos como Paya, Pucurú, Balsal, Sobiaquirú, Boca de Paya y Boca de Cupe, una autoridad del distrito darienita dijo que el temor es latente debido a que en los recorridos que se hacen por estas poblaciones, siempre se encuentran con grupos insurgentes que están de paso y que todo el mundo guarda silencio, evitándose un enfrentamiento armado.
Las poblaciones, las autoridades y miembros de la seguridad fronteriza han guardado silencio ante estos hechos de presencia de insurgentes en poblados panameños, para llevar una armonía en la comunidad y no exista una amenaza de las FARC a poblaciones que están en desventajas.
La fuente consultada dijo que "para el resto del país es una situación alarmante, es algo que no debería ser, pero es común en el Alto Tuira ver presencia guerrillera".
"Es parte de la vida cotidiana, ver a la guerrilla, pero nos quedamos callados", aseguró un poblador.
Al ser cuestionado del porqué guardan silencio, solo se limitó a decir por las represalias o venganza que puedan tomar quienes están involucrados en el movimiento armado en Colombia, y que tienen a nuestro país como lugar de paso y descanso o para otros menesteres ilícitos.
COBERTURA CON LIMITES
Los medios de comunicación han reportado con limitaciones los hechos que ocurren en Darién, y que sacudieron a la comunidad con la muerte de 3 milicianos colombianos, 2 capturados y 1 herido.
Las restricciones a los periodistas según el Gobierno Nacional han sido por "seguridad", sin embargo, la población darienita como aquellos que residen en el resto del país, reclamaron conocer los hechos para no estar en la incertidumbre.
En el poblado de Yaviza, como en La Palma, y las comunidades del Alto Tuira solo tienen acceso a la emisora "Voz Sin Frontera", una radio comunitaria que da voz a los moradores de recónditos lugares de la provincia, y quienes se han convertido en los voceros y reporteros de lo que sucede en sus alejadas áreas.
Los periódicos en Yaviza solo llegan 3 veces a la semana, y no es hasta después del mediodía cuando se pueden conocer todos los hechos nacionales que reportan los medios impresos, a un costo superior del original.
Las computadoras existentes en el poblado tienen límites y la velocidad no es la adecuada por los sistemas que utilizan, para hacer efectiva una noticia y que se de a conocer en la capital. Al menos 12 minutos duró el envió de una fotografía, durante nuestra cobertura, y posteriormente entre las 2:00 a 5:00 de la tarde, no hay conexión o es muy débil.
Muy pocos conocen que Yaviza es una población a cuatro horas y media de la capital, con una carretera que aunque con debilidades en algunos tramos se puede considerar buena para el acceso a esta lejana provincia de Darién.
Lo más llamativo es que es muy poco es lo que se conoce del acontecer nacional, pues no hay información proveniente de la capital.
El traslado hacia el área de conflicto donde se registraron las tres muertes se debe hacer por medio de botes con motores fuera de borda, desde Yaviza, ubicada en el río Chucunaque, pasando por El Real, hacia el río Tuira para adentrarse en lo más espeso de la selva darienita, donde la comunicación es vía teléfono público y en otras solo entra la señal de una operadora telefónica específicamente en Boca de Cupe. Hacia los poblados más alejados, se hace más difícil establecerse las comunicaciones y se realizan a base de mensajes de emisoras colombianas y la "Voz Sin Fronteras".
Los periodistas para llegar a La Palma, Darién, tuvieron que tomar una lancha en Puerto Kimba, localizado a 15 minutos del poblado de Metetí, donde está la sede de la Policía de Frontera, para llegar por el Pacífico a esta población.
A los reporteros les hubiese tomado llegar al menos 7 horas desde Yaviza hasta Boca de Cupe, Balsal o Boca de Paya, y cuyo costo del combustible es de más de 4.00 dólares para los motoristas.
Los periodistas quisieron acercarse más a la verdad, al lugar señalado por las autoridades para constatar el hecho ocurrido esta semana en suelo darienita y en donde la población pedía el derecho a conocer la información de lo sucedido. No fue posible llegar, ni por aire ni mucho menos por los afluentes del río Tuira y Chucunaque, ya que la prohibición a los periodistas de navegar hacia el Alto Tuira fue una orden emanada de las altas autoridades del Gobierno.
