Sab. 9 de enero de 1999

 








 

 


Una mirada a los desclasificados

Dra. Brittmarie Janson Pérez
Para Crítica en Línea

En cajas rojas con el sello de oro presidencial, los documentos desclasificados del 9 de enero de 1964 reposan en la Biblioteca del Presidente Lyndon B. Johnson. Para leerlos, presenté mis credenciales de académica y expliqué lo que me proponía. Después de informarme sobre mis responsabilidades, me hicieron firmar unos papeles y me dieron un carnet. Pasé al cuarto de lectura donde dejé mi maletín en un ropero especial y firmé mi nombre en el registro.

Los informes y cables de los distintos departamentos del Gobierno de Estados Unidos y la Compañía del Canal de Panamá, obligan a revivir los acontecimientos. Uno escucha el zumbido de balas y los gritos de los muchachos, siente olor a humo y a gas lacrimógeno.

Los cables revelan que el pueblo panameño propinó un golpe tan formidable al Gobierno de Estados Unidos que dejó aturdidos a todos los funcionarios que tuvieron que ver con el hecho.

Se destaca un hecho trágico: el ejército del Comando Sur, entrenado para la guerra, no para acciones policiales, fue llamado a controlar la crisis. A mi modo de ver, no fue por accidente. A la Policía de la Zona del Canal se le mantuvo con un personal de sólo quince miembros en el sector del pacífico debido a que se contaba con la presencia del Comando Sur en la franja canalera.

Quizá peor fue que el Comando Sur estuviera a cargo del General Andrew O'Meara, cuya arrogancia y cruda mentalidad colonial los cables no pueden disfrazar. El general nada aprendió del 9 de enero puesto que en septiembre del mismo año, se opuso terminantemente a que la bandera panameña ondeara junto con la norteamericana en la base militar que Estados Unidos tenía en Río Hato.

Impresiona entender que el resentimiento que sentía el pueblo panameño por la humillación y la explotación que sufría a manos de extranjeros, explotó el 9 de enero de 1964 haciéndose sentir en casi toda la República de Panamá en los días siguientes.

Pero, en Washington y en la Zona del Canal, no comprendieron esto. En la Casa Blanca poco se sabía de Panamá y, como Estados Unidos estaba en plena Guerra Fría, desde el primer momento actuó como si la respuesta de los panameños a la crisis que fue provocada por los Zonians fue inspirada por comunistas.

A ese punto de vista se unieron algunos panameños, quienes acudieron a la oficina del Gobernador Fleming (ver de la autora "Golpes y Tratados", p.72). Alguno de ellos promovía un plan para remplazar al Presidente Roberto F. Chiari por haber roto relaciones diplomáticas con Estados Unidos.

Hay que acordarse que la ruptura de relaciones con Estados Unidos afectaba gravemente la economía panameña y que, recién iniciada la campaña para las elecciones de mayo de 1964, distintos sectores de la oligarquía tradicional remaban cada uno por su lado, indisponiendo a sus adversarios políticos en conversaciones con el Gobernador Fleming.

Al mismo tiempo, autoridades en la Zona informaban a Washington de algo que no se puede creer porque se trata de una supuesta coalición entre enemigos acérrimos. El Comando Sur insistía en que Arnulfo Arias Madrid se había unido a los comunistas para dar un golpe al Presidente Chiari la noche del 13 de enero. O'Meara aseguraba que estaba dispuesto a intervenir.

 

 

 


 

Los informes y cables de los distintos departamentos del Gobierno de Estados Unidos y la Compañía del Canal de Panamá, obligan a revivir los acontecimientos. Uno escucha el zumbido de balas y los gritos de los muchachos, siente olor a humo y a gas lacrimógeno.

 

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