Gerald Ford, el hombre que en 1974 se convirtió en presidente de EE.UU. tras la dimisión de Richard Nixon y ayudó al país a superar el escándalo del Watergate, murió en su casa a los 93 años, indicó su viuda, Betty.
Ford falleció en Rancho Mirage (a 200 kilómetros de Los Angeles), donde vivió desde que abandonó la Casa Blanca.
Ford, el único presidente de la historia del país que no fue elegido, se había convertido, a pesar de sus dolencias, en el jefe de Estado más longevo de EE.UU. tras la muerte en 2004 de Ronald Reagan, que también falleció a los 93 años.
"La honestidad es, al final, la mejor de las políticas", dijo Ford durante su discurso inaugural.