En los países en vías de desarrollo, más que faltar incubadoras lo que se necesita es que estas funcionen. A menudo, estos aparatos llegan estropeados, sin manual de instrucciones o, cuando se averían, no hay medios para arreglarlos. Una nueva iniciativa propone fabricarlas con piezas de coche: es más barato y, ante cualquier anomalía, un taller corriente puede solucionarla. La clave de estos dispositivos es aportar un entorno higiénico y bien acondicionado -lo más parecido al útero materno- a los recién nacidos.