Como es costumbre, para estas fiestas de Navidad los panameños no cumplen con las tradiciones de las mismas, no acuden a la Iglesia a escuchar la misa, sino por el contrario organizan "pachangas", con equipos de sonidos a todo volumen, licor, comilonas, regalos costosos, vestimentas de lujo, muy por el contrario de la celebración de la fecha, olvidando que el Niño Jesús nació en un pesebre y en condiciones muy humildes.
Es por eso, que en la madrugada del 25 de diciembre, se registraron varias decenas de heridos con armas de fuego, cuchillos y por riñas callejeras.
La sala de urgencias del hospital Santo Tomás, no tenía capacidad para la gran cantidad de casos que ameritaban atención médica.
Surge entonces la inquietud, dónde está el espíritu navideño de esta fiesta religiosa, debemos compartir y sobre todo respetar la vida de nuestros semejantes.
La Navidad no es gastarse un dineral quemando fuegos artificiales, elevando al máximo volumen los equipos de sonido de las barriadas en una especie de competencia para ver quién tiene mayor potencia en sus bocinas.
Eso no es Navidad, más bien es Vanidad. ¿En verdad piensas que al Hijo de Dios le gusta ese tipo de manifestaciones para celebrar su nacimiento? Eso lo dudamos. Trata de reflexionar al respecto. El mejor homenaje para Jesús sería que en tu corazón existiera paz y amor hacia tus semejantes, compartir con el menos tiene y apoyar a los enfermos.
Analiza tu comportamiento y con la mano en el corazón trata de que la próxima Navidad tenga un mejor propósito que una gran fiesta de licor y música. ¡Que la fiesta sea para comprometernos con ser mejores cristianos y que apartemos el rencor y el odio!