El final de la segunda estancia del base Steve Francis con los Rockets de Houston se dio la noche del martes cuando el equipo tejano llegó a un acuerdo para traspasarlo a los Grizzlies de Memphis a cambio de los derechos de una segunda selección en el sorteo universitario del 2011 y dinero en efectivo.
Francis, de 31 años, que antes de jugar ningún partido como novato en la NBA consiguió que los Grizzlies, entonces con sede en Vancouver (Canadá), lo traspasasen a los Rockets, vuelve a un ex equipo sin que tampoco tenga garantía que pueda jugar mucho tiempo como le sucedió en la segunda etapa en Houston. Las graves lesiones que ha tenido en los últimos años le impidieron jugar en los Rockets.