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Carta del niño Dios

Romulo Emiliani | Monseñor

Quiero manifestarle a todos los pueblos del mundo que Yo comprendo su sufrimiento, porque Yo lo padecí, al extremo de morir en cruz. Me duele lo que le pasa a los miles de niños desnutridos. Sufro cuando presencio el dolor de las madres que ven a sus hijos deteriorándose por el hambre. ¿Y qué decir de los niños y jóvenes drogadictos; de las miles de familias donde se sufre por la división constante, el divorcio y el abandono de hogar; de tantísima gente desempleada? Mi Padre y Yo estamos padeciendo el calvario que viven muchos seres humanos.

En mi vida terrena sufrí pobreza, destierro, incomprensión, traición y una muerte violenta. Yo perdoné a mis asesinos, pero hoy se sigue matando... millones de abortos anualmente en el mundo, guerras en muchos países, crímenes, drogas, alcohol. Yo di la vida por todos ustedes, pero no están aprovechando mi sangre derramada en la cruz. ¿Por qué siguen ese camino de muerte? ¿Por qué la explotación del pobre con sueldos que no dan para vivir dignamente? ¿Por qué se deja al campesino sin recursos y sin tierras? ¿Por qué crece el número de pobres?

La humanidad no ha comprendido mi mensaje de amor. No quiere aceptarme como Su Señor. Sigo rechazado como hace dos mil años, cuando en el vientre de mi madre no nos acogieron en ninguna posada. ¿Qué hacen tantos niños en la calle sin protección, corriendo peligro sus vidas? ¿Por qué hoy sigo maltratado verbal y físicamente, cuando tantos padres irresponsables hieren constantemente a sus hijos manifestando tanta crueldad? El alcoholismo y la drogadicción avanzan y los vicios se extienden. Eso no puede seguir así. Como Iglesia, como cuerpo mío en la historia, ustedes tienen que hacer algo más. Mi mensaje tiene que llegar a muchas más personas. Hay que evangelizar de día y de noche. No pueden perder el tiempo...¡tanta gente nos necesita!

Pido, exhorto, exijo que se proclame con más fuerza el Evangelio; que se ore más por los pecadores; que se activen más las fuerzas espirituales de mi Iglesia; que el mundo escuche mi Mensaje a través de ustedes. Yo estoy y estaré siempre con ustedes. Ya he vencido al mundo y mi fuerza y mi poder están en ustedes. Juntos renovaremos a la humanidad y el mundo cambiará, porque conmigo, ustedes son... ¡!INVENCIBLES!



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