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No señores. No José Eugenio Hernández. No había que irse de vacaciones. Ojalá me equivoque. Pero no se justifica una para de labores de casi dos semanas para la Sub-23.
Y más cuando los jugadores no están con sus equipos y el torneo de la ANAPROF inicia en el mes de febrero.
No tengo que leerme dos veces 100 años de soledad para conocer la calidad literaria de García Márquez. No hay que ser genio para saber lo que ocurrirá.
Hoy yo trabajo. Usted lector, si tiene contrato laboral, de seguro está en su puesto, pero nuestro flamante equipo preolímpico está de descanso.
¿Con quién jugamos? ¿Con quién nos fogueamos? ¿Eso está bien? ¿Así llegaremos a Atenas?
La selección Sub-23 tiene la calidad para ir a la cita del Olimpo. En esto no exagero. Y mis bases son la calidad de un Justavino, Baloy, Garcés, Tejada, etc...
Pero me preocupa. No podemos fracasar. Hoy no vendo la ilusión de que tenemos que estar en Atenas, pero hay equipo para llegar o por lo menos rozar la cita.
Por la maleta se conoce el pasajero y por el desayuno el almuerzo. Pues así como nos vaya con la Sub-23 nos podrá ir con la mayor en la eliminatoria.
Este 2003 lo iniciamos fracasando en la Sub-17 y con la Mayor en la Copa de Naciones.
El 2004 debe ser mejor. Confío en el conocimiento y el trabajo que se pueda hacer. Enero será para vivirlo a plenitud. Habrá que acelerar el trabajo.
Tres partidos de fogueo, si no se cumple será un mal paso. Una buena desintoxicación física y mental. Y una concentración larga solventarán esto.
¿Qué fue lo más importante que aprendimos en el Mundial Sub-20? Pues a prepararnos, que el nivel allá es mayor y que nada es fácil, pero tampoco imposible.
Hernández dice que hay equipo para ir a Atenas. En eso no se equivoca. El sabe que se cuenta con los elementos necesarios para llegar lejos en esta eliminatoria.
Sin embargo,vuelvo y repito, no me gusta que se hayan ido de vacaciones, porque se para a mes y días de la eliminatoria preolímpica el trabajo de la selección Sub-23.
Señores, al frente nos esperan rivales como Estados Unidos, Canadá y Honduras.
"Cheché", los microciclos están bien y los partidillos interescuadras, pero faltan juegos verdaderos ante rivales que midan nuestro nivel.
Guadalara puede ser la gloria o el primer fracaso de la era Cheché. Prefiero lo primero. ¿Será esta nuestra historia? Al menos no nos quedamos callados ante unas vacaciones que para mí no debían ser. Y reitero: ojalá me equivoque... ¡Ojalá! |
