Eran las 11:00 de la mañana de ayer, miércoles, y todo se encontraba listo: los globos, las canastitas con confites y los invitados.
No. No se trataba de una fiesta de cumpleaños; era el sepelio de Joseadis Olivarren, la pequeña "Paquita", quien cayó abatida por un balazo que le infringieron pandilleros de la Calle 25 de El Chorrillo, la noche del jueves.
El ambiente en el lugar no podía ser más triste: niños y adultos lloraban al compás del cantico religioso: "La Niña de mis Ojos", de Daniel Calvati.
En el fondo yacía, cuan princesa acabada de coronar, "Paquita", a quien su familia quiso despedirla con esa fiestecita.
En los alrededores, la seguridad policial fue redoblada, pues aunque los principales sospechosos, tanto del crimen de Joseadis como del de Justo José García se encuentran detenidos, los hechos violentos en El Chorrillo no se detienen, pues unas horas antes se había producido otra balacera en El Límite.
El sermón del Pastor Herminio Rivera no pudo ser más elocuente y adecuado al momento que se vive en el barrio, pidiendo un "¡Basta ya!" a tanta violencia que le está acortando el tiempo de vida de los niños chorrilleros.
El religioso consideró "títeres de Satanás" a todos aquellos que fomentan la violencia que está acabando principalmente con personas inocentes.
En el homenaje que rindieron sus seres queridos a "Paquita", se hicieron presente sus compañeras, las niñas del grupo Emmanuel, de la Iglesia Ejército de Paz, quienes le dedicaron la alegoría que habían ensayado para estas festividades navideñas, basada en el himno "El Cantar de los Niños".
El momento del triste final llegó. El pequeño féretro fue llevado en andas hasta la última morada de la pequeña, en el Cementerio Amador.
Entre gritos de dolor, la pregunta que quedaba en el aire entre muchos de los participantes era: ¿Hasta cuándo se seguirá derramando sangre de los inocentes?