Los malos olores, producto del desbordamiento de las aguas servidas en una barriada ubicada en el distrito de Aguadulce, se han convertido en el dolor de cabeza de los pobladores.
Los afectados, residentes en la Calle 9 de Enero, temen que se dé una epidemia y por eso solicitan ayuda.
El MINSA realizó una inspección en el lugar y comprobó que las aguas servidas están afectando a los residentes. Se reunirán con el IDAAN para que corrija el problema.