Como una princesa recién coronada fue sepultada ayer la niña Joseadis Olivarren, quien hace una semana fue asesinada de un tiro en la cabeza que le propinaron varios sujetos que ingresaron al apartamento de su padre, ubicado en la calle 25 de El Chorrillo.
El ambiente en el lugar no podía ser más triste, niños y adultos lloraban al escuchar el cántico religioso "La niña de mis ojos" de Daniel Calvati.
El sermón del pastor Herminio Rivera no pudo ser más preciso: "Basta ya" de asesinatos, exclamó al tiempo que tildaba de "títeres de Satanás" a los que fomentan la violencia.