Un gol de Van Nistelrooy al comienzo de la segunda mitad dio ayer la victoria al Real Madrid (0-1) en Montjuc, donde hacía dos años que no ganaba, y acabó con la buena racha del Espanyol, que se había mantenido invicto durante diez jornadas.
El conjunto madridista volvió a jugar un partido gris, pero una vez más hizo gala de su oficio para adelantarse en el marcador y defender un resultado que peligró tras la expulsión de Fabio Cannavaro en el minuto 53 de partido.
El Espanyol empezó más conectado al encuentro, mejor colocado en el terreno de juego y con una velocidad más que su rival, pero también con un plus de precipitación que le perjudicó a la hora de generar peligro sobre la portería de Casillas.