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Rostros tristes de familiares y conocidos no se resignaban a darle el último adiós a sus seres queridos, y con la inclemencia del tiempo el sepelio siguió su curso.  |
Faltaban pocos minutos para las diez de la mañana, cuando comenzó el desfile fúnebre. Llegó la primera de las tres carrozas al cementerio "El Parque del Recuerdo". En él estaba Félix Isaac Córdoba Rueda, de 14 años, el primero de los tres niños que fallecieron el pasado domingo a consecuencia del derrumbe en el Corredor Norte, y que ayer despidieron sus familiares.
Rostros tristes de familiares y conocidos no se resignaban a darle el último adiós a sus seres queridos, y con la inclemencia del tiempo el sepelio siguió su curso.
El segundo en ingresar a la capilla fue Michael Savier González González, de 12 años, seguido de Eduardo Moreno Santo, de 8 años, quien cerró el trío de niños que de forma abrupta perdieron la vida.
Cuatro bolas de béisbol autografiadas por sus compañeros de la Selección, la camisa roja que utilizó en el Latinoamericano, cuyo número era el 5, fueron algunas de los enseres "que se llevó al cielo mi hermano", dijo la hermana del hoy difunto, Mareidis Córdoba.
"El Chiquitín", apodo de Michael, fue sepultado con un par de guantes de boxeo que su padre, Alex González, a quien el niño le manifestó su sueño de ser boxeador, recordó el tío.
Mientras que Eduardo Moreno, llamado "Chon" por sus familiares, se llevó consigo una pelota de "fútbol", único deporte que le gustaba practicar.
Michael González, Félix Córdoba y Eduardo Moreno, en ese orden, fueron sepultados los actores de "Crónica de una muerte anunciada", como han denominado al hecho los moradores de Cerro Batea, Torrijos-Carter y Santa Marta, este último sector en que residían las víctimas del Corredor Norte.
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