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Diecisiete años ha pasado Luis López Hernández, un agente de la DIIP de Ancón, sin conocer a su primogénito, de quien hace siete años se enteró de su existencia por la madre del joven cuando ambos se encontraron nuevamente.
Hernández apeló a "Crítica" para dar con el paradero de su hijo, de quien sólo sabe que se llama "Luis" y guarda una foto de él, cuando era un niño de 10 años aproximadamente.
La madre es Cristina Herrera, oriunda del Copé de Penonomé, provincia de Coclé, quien un día agarró sus maletas y huyó embarazada de Luis, porque éste le había sido infiel con otra mujer. Ello afectó a Cristina, quien sin decir nada se marchó y por casualidad se encontraron hace siete años, y llorando le confesó a Luis que había dado a luz un hijo de él.
Hoy día, Luis López Hernández pertenece a la Policía Nacional, y mientras disfruta de sus vacaciones, conduce su taxi en el que lo conoció el equipo de "Crítica" contó la historia para que aquel que sepa de su hijo o lo conozca, se lo haga saber al 650-3666.
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