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El ex secretario de Estado norteamericano James Baker, enviado del presidente George W. Bush sobre la deuda iraquí, se entrevistó con el jefe del gobierno italiano Silvio Berlusconi para que condone los compromisos adeudados por Irak.
La deuda externa de Irak está estimada en unos 120,000 millones de dólares, más de un tercio de los cuales se concentran en el Club de París. En esta organización, que agrupa a los principales países industrializados, Japón es el primer acreedor de Irak (4,100 millones de dólares), seguido de Rusia (3,500), Francia (3,000), Alemania (2,400), Estados Unidos (2,200) e Italia (1,700).
Baker obtuvo en Francia un acuerdo con el presidente Jacques Chirac para "encontrar formas de reducir la deuda iraquí en 2004" en el marco del Club de París.
Berlín expresó claramente la postura sobre la atribución de los contratos para la reconstrucción de Irak. Alemania, al igual que Francia, protestó enérgicamente por el anuncio estadounidense de excluir de los contratos de reconstrucción a los países que se opusieron al conflicto.
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