El senador demócrata Tim Johnson, cuya muerte o renuncia por enfermedad podría alterar la composición de la Cámara Alta de Estados Unidos a favor de los republicanos, continuaba en condición crítica después de sufrir una hemorragia cerebral.
"A esta altura, que no haya novedades es buena noticia", dijo Noah Pinegar, portavoz del senador por Dakota del Sur, que está internado en el Hospital de la Universidad George Washington.
El miércoles pasado Johnson, de 59 años, se sintió mal en su oficina en el Congreso y después de que el médico del Capitolio encontrara síntomas de un infarto cerebral el legislador fue llevado de emergencia al hospital.
Una intervención quirúrgica alivió la presión en el cerebro y detuvo la hemorragia, los cirujanos informaron que Johnson tenía una inflamación cerebral postoperatoria normal, y que había cesado la hemorragia.