Pregunta: Mi doctor me diagnosticó ansiedad. Creo que tiene razón, pero no quiero tomar tranquilizantes. ¿Hay otra cosa que pueda hacer?
Respuesta: Evite la cafeína, la cual lo hace estar exaltado. No se automedique con alcohol – nunca ayuda. Haga suficiente ejercicio y obtenga el sueño suficiente. Hable de las cosas con aquellos parientes y amigos en quienes confía. Y considere el aprender meditación u otras técnicas de relajación.
Muchas personas necesitan ayuda. Varios tipos de psicoterapia pueden ayudar a las personas a comprender la fuente de su ansiedad y enseñarles formas de controlar sus síntomas sin medicación. Los psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales usan técnicas diferentes que están hechas a medida para desórdenes de ansiedad específicos.
Los desórdenes de ansiedad son la condición psiquiátrica más común en Estados Unidos. Estos incluyen una amplia variedad de problemas, incluyendo ataques de pánico, fobias (miedos), desorden obsesivo-compulsivo y estrés post traumático. Investigaciones recientes han descubierto algunas diferencias subyacentes del cerebro que marcan la diferencia en algunas personas que son propensas a la ansiedad (ver ilustración).
No hay dos personas con los mismos síntomas. Pero la mayoría de la gente con problemas de ansiedad se siente tensa y preocupada y tienen sentimientos de miedo, temor o peligro no deseados. Muchos también tienen síntomas físicos, como temblores, náusea, sofocones de calor o frío y falta de aliento.
Un tratamiento efectivo sin medicina para la ansiedad es la terapia cognitiva de comportamiento. Como lo sugiere su nombre, tiene dos partes. La terapia cognitiva trabaja sobre el cambio de reacciones en situaciones que disparan la ansiedad. Por ejemplo, las personas con fobia social se ponen ansiosas en ciertas situaciones. Pueden asumir que otros piensan que lo que piensan es estúpido, lo que es un ejemplo de pensamiento negativo. Como resultado, estas personas pueden evitar estar con otros o hablar con otros. Esto es un ejemplo de comportamiento negativo. El objetivo de la terapia cognitiva de comportamiento es romper esta cadena de pensamientos y reacciones. Los pensamientos negativos y comportamientos tienden a aparecer cuando la gente está bajo estrés.
Así que el primer paso es ayudarle a reconocer cuando está estresado. Hay tres partes en una reacción de estrés, a la que generalmente se refiere como ABCs; afectación, comportamiento y percepción. La afección es como usted se siente. Se refiere a su respuesta emocional a una situación particular. El comportamiento es lo que usted hace. Los ejemplos comunes son el tensionar su mandíbula, dar patadas con el aire, caminar sin cesar o reaccionar exageradamente. La percepción son los pensamientos que tiene cuando está estresado. Por ejemplo, pensando, “no voy a llegar a entregar mi trabajo y perderé mi empleo”. La terapia cognitiva de comportamiento es efectivo para muchos tipos de problemas de ansiedad. Generalmente se hace semanalmente durante varias semanas o meses, de forma individual o en grupo. Una vez que su condición se estabiliza, usted puede ver a sui terapeuta una vez o dos al mes o como necesite si sus síntomas regresan.
El terapeuta típicamente comienza pidiéndole que grave sus pensamientos y nivel de ansiedad en ciertas situaciones. Luego, discute estos pensamientos, evalúa cuán realistas son y trabajan juntos para sustituir pensamientos más productivos. La parte de comportamiento de esta terapia usa dos estrategias principales. La primera, llamada exposición o desensibilización, hace que los pacientes enfrenten sus miedos directamente. Un método es a través del juego de rol. Otra es pedirle a los pacientes que imaginen situaciones atemorizantes y que las describan. Y otra estrategia es darle a los pacientes “tareas” en las que se ponen a ellos mismos en situaciones reales de la vida que les disparan ansiedad. El razonamiento es que evitan los pensamientos y las situaciones que causan ansiedad refuerzan los miedos individuales o las creencias falsas. En la situaciones reales de la vida, los pacientes pueden practicar el reconocer pensamientos negativos y sustituirlos por otros más realistas. Con exposición repetida, las personas eventualmente se desensibilizan con las situaciones que provocan miedo.
La otra estrategia principal es enseñarle a los pacientes habilidades prácticas para usar en situaciones diferentes. Para las personas que se ponen extremadamente ansiosas cuando tienen muchas cosas para hacer, esto puede ofrecer claves para establecer metas y manejo del tiempo. Aquellos que están incómodos en situaciones sociales pueden ser entrenados con técnicas controvertidas y otras habilidades sociales.
A pesar de que usted puede ser reticente a tomar medicación, vale la pena notar que para muchas personas con ansiedad, dos tratamientos son mejores que uno. Muchos doctores recomiendan la terapia cognitiva de comportamiento y la mediación a la vez. El componente de la terapia es claramente importante, porque la investigación sugiere que la gente que elige terapia y medicación juntos tiene menos síntomas y menos chances de recaer que aquellos que usan sólo medicación. Las buenas noticias son que a la larga, la mayoría de estos pacientes son capaces de dejar la medicación o reducir su dosis.
Los problemas de ansiedad son comunes y complejos.
Es bueno saber que las medidas de autoayuda, las terapias habladas y la medicación, pueden ayudar. Trabaje con su doctor para hallar la combinación que sea la mejor para usted.
Al reconocer su problema por lo que es, ya ha tomado un primer paso crucial que es tan difícil para tanta gente.
REGIONES CEREBRALES INVOLUCRADOS EN LA ANSIEDAD
Varias regiones del cerebro influencian la ansiedad. La cerebral evalúa información sobre una amenaza percibida y formas de juzgarla. Esto forma la respuesta de la persona a la situación atemorizante.
La amígdala, una parte del cerebro asociada con emociones, almacena y coordina la respuesta del cuerpo al miedo.
En persona con problemas de ansiedad, la amígdala puede también ser tan sensible que reacciona por demás en situaciones que no son amenazantes.
El hipocampo procesa emociones y recuerdos a largo plazo. Algunos estudios han hallado que el hipocampo es más pequeño que lo normal en personas con estrés post traumático, un tipo de desorden de ansiedad.