El sexo oral es una práctica milenaria, extendida mundialmente y bien común entre las parejas; por restricciones seudo educativas, a veces no tenemos acceso a información de factores de riesgo y prevención.
Pero la seguridad no tiene precio a la hora de practicar el sexo oral. Para que la sexualidad oral se convierta en un verdadero placer, le presentamos algunas precauciones a adoptar.
- Si su pareja no desea hacerle sexo oral, debe respetar su decisión; en este país es un delito grave el abuso sexual.
- Raramente las personas usan protección; es más, no saben cómo usarla. Si no tiene la certeza de que su pareja no tiene ninguna infección, debe usar protección. El preservativo es el único medio seguro de protección.
- Antes de practicar sexo oral evite cepillarse los dientes o usar hilo dental a fin de prevenir las microrupturas que provoquen el sangrado de las encías.
- La higiene de los órganos genitales es básica. Estas áreas transpiran más que el resto del cuerpo, y por su proximidad a órganos de expulsión de desechos acumulan bacterias que producen intensos y particulares olores. Para evitar que esta transpiración se convierta en una barrera al placer, es indispensable lavarse antes del encuentro sexual.
- No es aconsejable utilizar los desodorantes íntimos porque alteran el balance natural de la piel y además generaran una confusión de mensajes neurofisiológicos.
- La pregunta típica sobre lo bueno o malo de eyacular en la boca de su pareja, o que eyaculen en su boca, tiene una respuesta en dos dimensiones: moral e higiénica. Desde el punto de vista higiénico existen riesgos que dependerán del estado de salud de los participantes; y desde una perspectiva moral, es asunto individual.