Cura el SIDA con tratamiento de
agua de "Las Tres Marías"

Rosa Esther Gamboa

Mariano Torrero V.
Coclé - EPASA
Científicos de los
países más avanzados siguen en la lucha para encontrar el
remedio y curación de este flagelo, en la comunidad semi-rural de
Río Hato, por revelación divina la joven señora Rosa
Esther Gamboa Wong, ha podido curar a 200 panameños que estaban destinados
a terminar su existencia en Panamá y otros países del mundo.
"Mis experiencias contra el Síndrome de Inmuno Deficiencia
Adquirida (SIDA), han sido grandes este año, he visto a muchas personas
gravemente enfermas, con diarreas, muy delgados, llenos de llagas, con dolores
intensos de cabeza y de inmediato comenzamos con ellos el tratamiento basado
en agua de Las Tres Marías," dice la joven señora Gamboa.
Los trato un mes con esta agua, luego les doy una medicina con la misma
toma, pero ya es más pura y muy amarga y a los dos meses el enfermo
comienza a mejorar, nos dice.
"Los enfermos van engordando, se van secando sus llagas y les recomiendo
lavarse con la misma agua de la toma y hacer gárgaras ya que esta
agua va matando los hongos en la boca- ha sido para mí este año
de mucha alegría por haber salvado con la gracia de Dios un sinnúmero
de vidas", indica Chachi.
A raíz del sueño que tuve y cuyas experiencias se publicaron
en Crítica Libre empecé a tratar a un profesor, él
está lleno de vida y se ha incorporado a su cátedra, él
estaba más muerto que vivo, pero tuvo mucha fe y confió en
mi medicina, nos manifiesta esta joven dama.
Este profesor cuyo nombre omitimos dijo a este medio de comunicación
social: "he vuelto a la vida, en Europa adquirí el contagio,
mi cuerpo se fue transformando y casi no podía caminar porque no
tenía fuerzas, era un esqueleto andando y por tal motivo compré
en una funeraria mi ataúd para que mis sobrinos me enterraran, pero
en buena hora quizás guiado por Dios, llegué a donde doña
Chachi y no sólo estoy curado, me siento mucho mejor que antes, ella
no me cobró un solo centésimo por curarme de este flagelo"
dijo.
La señora Gamboa manifestó que a su casa han llegado policías,
enfermeras, auxiliares de enfermería, gente común de los campos
y muchos profesionales.
He visto que mis esfuerzos no han sido en vano, mucha gente ha sanado,
he oído que hay algo parecido al tratamiento que yo doy a base de
mis tomas, me dijeron que son tres pastillas, pero que las mismas son muy
caras, nos dice.
En un programa de televisión vi a un médico hablar sobre
las pastillas, ese procedimiento se asemeja al que doy yo, porque luego
de dos meses los enfermos se van sintiendo muy mejorados y no tienen que
ir al hospital a verse con el médico, acotó.
Nos dice Gamboa que las enfermedades que son oportunas para atacar estos
cuerpos débiles, como lo es el resfriado entre otras, deja de aparecer
con el medicamento que ella administra.
He tratado según mis cuadrículas unos 3,000 enfermos de
SIDA, en la actualidad hay 200 curados y otros que sólo tienen el
dos por ciento del mal y muchos otros que ya no tienen ningún síntoma
de esta enfermedad, acotó.
Manifestó que muchos de sus pacientes ya han sido incorporados
a sus trabajos, porque todo el que padece de este mal, es botado, eso es
muy deprimente para esas personas.
A mi casa han llegado enfermos de Colón, Darién, Coclé,
muchos de Chiriquí, de San Miguelito, Herrera y Los Santos y todos
han sido tratados y muchos de ellos sanados, dijo.
Vino un señor de Holanda que se curó de Sífilis
y del SIDA, también han venido desde Colombia, Miami, España,
Brasil, un árabe y cuatro hindúes, manifestaron que a través
de Internet, se habían enterado de mis curaciones, otros dijeron
que a través de Crítica Libre que les enviaron sus familiares
habían podido llegar a mi casa, indicó la joven señora
Gamboa.
No apartemos a los enfermos de SIDA del seno familiar, ellos necesitan
de nuestro cariño, es el SIDA, una enfermedad que nadie quiere tener
porque la forma como acaba como el afectado es deprimente para la familia,
indicó.
Los jóvenes deben ser más fieles los unos con los otros,
que esperen su tiempo, porque este mal que azota a la humanidad tiene su
causa en la sexualidad irresponsable.
Seguiré atendiendo a todo el que llegue a mi casa en busca de
su ración para el SIDA, no soy ni curandera ni mucho menos bruja
como se me ha tildado por muchos que envidian este don que me ha dado Dios,
no he ido a otros países como él me ordenó a curar
con el agua de "Las Tres Marías" a todos los enfermos de
SIDA, pero he podido ver que de otros países del mundo han llegado
ciudadanos a mi casa en busca de ayuda, yo se las he dado y se han curado,
cientos habían muerto porque han llegado muy tarde, pero otros cientos
han sido curados, manifestó Chachi Gamboa.


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