En la Ciudad del Saber los edificios no riñen con sus habitantes. O sea, se pensó en quienes van a interactuar en cada uno de ellos. No se improvisó.
"Los edificios están bien integrados con el paisaje. Han sido diseñados con las más altas exigencias de la conservación del ambiente", se destacó el lunes 6 de diciembre en la gala del libro "Ciudad del Saber: un legado en construcción", del Arq. Eduardo Tejeira Davis.