EDITORIAL
Sendero de Los Quetzales
El gobierno muchas veces se embarca en proyectos que son objetados por un número considerable de panameños y no hay nadie que lo haga entrar en razón. Tal es el caso de la construcción del llamado Camino Ecológico a través del sendero Los Quetzales, que unirá a Boquete y Cerro Punta.
Si bien es cierto que hay un sector de productores que respalda el proyecto, los ambientalistas han lanzado su voz de alerta para evitar que la carretera afecte un santuario ecológico, donde nace el río Caldera y más de sus 20 afluentes.
Los ecologistas han sugerido la alternativa del Corredor Sur, que iría desde la población de Cuesta Piedra en Volcán hasta el distrito de Boquete, una ruta que beneficiarán 5 mil personas.
Sin embargo, el gobierno en una actitud obtusa, ha emitido un Decreto Ejecutivo, para modificar otro de 1976, que creó el Parque Nacional Volcán Barú y prohibía actividades que contribuyen a la deforestación en el área. De esa forma se han librado los obstáculos que existían a la construcción del camino a través de la ruta de Los Quetzales.
El hecho ha provocado la alerta de sectores políticos, la Defensoría del Pueblo, fiscales y por supuesto los grupos ambientalistas, que ya anuncian su intención de demandar la decisión del Ejecutivo.
Uno de los lemas favoritos de los arnulfistas es que la “voz del pueblo, es la voz de Dios”, sin embargo, en este caso se han quedado sordos. Parece que no hay nadie sensato que le hable al oído de la gobernante para recomendarle reconsiderar. Los proyectos que se imponen a como de lugar, sólo generan desconfianza en la ciudadanía y alejan al gobierno del sentir del pueblo.
PUNTO CRITICO |
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