El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, reconoció que su país enfrenta una virtual quiebra, llamó a los sindicatos y regiones a evitar presiones y les convocó a apoyar a su gobierno para sacar adelante a Bolivia.
“El Tesoro General de la Nación está desfondado. Si fuéramos una empresa hablaríamos de quiebra”, dijo el viernes el presidente ante autoridades y dirigentes de Tarija, en el sur boliviano.
Mesa habló de una “interminable lista de deudas que el estado tiene con los municipios y otros acreedores”, y admitió que los funcionarios públicos paralizan los trámites de jubilación deliberadamente porque no hay dinero. |