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EU le quita visa
al Toro
Agencias
Internacionales
El gobierno
de los Estados Unidos retiró el visado de ingreso a ese
país al expresidente panameño E
rnesto Pérez Balladares por su supuesta vinculación
con el tráfico de chinos.
ACAN-EFE supo de una fuente bien informada que el retiro del
visado al anterior gobernante panameño se produjo hace
unas semanas.
El escándalo del tráfico de "miles"
de chinos lo destapó en agosto pasado la ex-jefa del Consejo
de Seguridad Samantha Smith, quien ha testificado ante una comisión
del Congreso de los EEUU sobre este asunto, luego que fuera la
primera a la que se le retirara la visa hacia ese país
cuando aún ejercía el cargo.
Smith responsabilizó directamente a Pérez Balladares
del asunto, sobre el cual el entonces gobernante negó
cualquier vinculación.
El retiro de la visa estadounidense de Pérez Balladares
no sorprendió a muchos de los líderes de su partido,
el Revolucionario Democrático (PRD), el único en
oposición.
Martín Torrijos, quien sucedió a Pérez
Balladares en la secretaría general del PRD reaccionó
con un cortés "prefiero no opinar sobre eso"
no sin antes preguntar cómo se había conocido la
información pues él no tenía conocimiento
de la decisión del gobierno estadounidense.
Dorita de Reyna, ex asesora de Información del ex-presidente
manifestó que en el almuerzo al que asistió ayer,
junto con varios ex ministros y Pérez Balladares "no
se habló del asunto" y aseguró que le parecía
que el ex mandatario estaba "muy tranquilo", al tiempo
que en el encuentro se "trataron temas intrascendentes".
El ex secretario general del PRD y ex ministro de Trabajo
de Pérez Balladares, Michell Doens, dijo a ACAN-EFE que
"no le sorprendía, aunque no deja de ser una mala
noticia" la decisión de los Estados Unidos, tras
recordar a los estadounidenses que el anterior mandatario panameño
mantuvo buenas relaciones con ellos.
Doens manifestó que "el ambiente estaba dado desde
hace varias semanas por las informaciones provenientes de medios
estadounidenses" y dijo que su conclusión es que
se trata de "un pase de factura" porque el ex mandatario
se negó a negociar la prolongación de la presencia
militar estadounidense más allá del 2000 y dijo
que lo mismo buscan negociar con Moscoso.
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