A media marcha se cumple paro de transportistas colombianos

Agencias
Internacionales
A media marcha se cumplía en Colombia este jueves y dentro de un ambiente de tranquilidad, el paro nacional de transporte convocado por los empresarios del sector para protestar contra la política gubernamental de precios de los combustibles. "Los servicios de transporte se prestan con ciertas restricciones, pero con tendencia a normalizarse y el orden público no se ha visto alterado", sostuvo el ministro del Interior, Néstor Humberto Martínez. Según el funcionario la mayor reducción afectó al transporte intermunicipal de carga y pasajeros, mientras que los servicios urbanos, que presentaron una relativa disminución en la mañana, pero sobre el mediodía recobraron la normalidad. Martínez también informó que tras prolongadas negociaciones se logró un acuerdo para que campesinos e indígenas del sur del país levanten el bloqueo que mantenían desde hace 25 días en la carretera Panamericana. El presidente del Consejo Superior del Transporte, Germán Yesid Isaza, dijo que las organizaciones promotoras mantendrán la protesta, y dijo que ésta podría agudizarse "conforme pasen las horas". Los empresarios del transporte exigen al gobierno la reducción de los precios de los combustibles, que en el último año han registrado un alza del 42%. En la capital colombiana la reducción afectó la movilización de miles de trabajadores especialmente en los barrios populares del sur y este de la ciudad, según comprobaron periodistas de la AFP. En la mayoría capitales departamentales, la situación fue similar según reportes entregados por radioemisoras que subrayaron que las mayores disminuciones afectaron a las capitales departamentales de Barranquilla y Montería, en la costa norte del país. El gobierno mantuvo un plan de contingencia que habilitó las redes de ferrocarriles para prestar servicio interurbano en las grandes capitales, "aunque la utilización ha sido mínima", indicó el director de la empresa de vías férreas (Ferrovías), Luis Guillermo Monsalve. En tanto la jornada de protesta programada simultáneamente por los trabajadores estatales que reclaman un cambio en las políticas económicas del gobierno y en particular un alza del 15% en los salarios, se realizaba sin mayores traumatismos. A pesar de los anuncios de los sindicatos, la mayoría de oficinas del gobierno, incluyendo los servicios judiciales y de salud, funcionaban en forma habitual, aunque se presentaron mitines y protestas de parte de trabajadores bancarios, petroleros y educadores. Los empleados de los bancos Popular y Cafetero, que se lanzaron a sendas huelgas indefinidas y que intentaban impedir el acceso a las oficinas. El presidente de la Unión Nacional de Empleados Bancarios (Uneb), Ricardo López, dijo que los trabajadores fueron agredidos y denunció que la policía detuvo a unos 60 de ellos, sin motivo aparente. En el complejo petrolero de la ciudad de Barrancabermeja, el más importante del país, los trabajadores de la Unión Sindical Obrera (USO) paralizaron las actividades de la refinería y en la madrugada se registró un incendio, del cual el comandante de la policía local, coronel Jaime Martínez, culpó a los trabajadores. "Nosotros no hemos provocado ningún incendio y estamos realizando una protesta pacífica", señaló por su parte el vicepresidente de la USO, Gabriel Alvis.
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