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EDITORIAL
Violencia extrema
Los casos de violencia están llegando a extremos. A inicios de semana se dieron tres casos que generan terror en la comunidad. En Chiriquí, un estudiante de secundaria le disparó en la cabeza a su profesor; en Santa Cruz un menor de 16 años le clavó dos puñaladas a su tía cuatro años mayor que él y en Ciudad Bolívar, un chico de 18 años fue ultimado de 20 puñaladas.
Este tipo de hechos revelan que hay un serio problema en el seno de la familia y por ende de la sociedad panameña. Por cualquiera tontería, se recurre al ataque físico de una persona y así crece el número de víctimas de la violencia.
Los padres de familia deben prestar atención a lo que sucede en sus casas. Ser padre o madre no se limita solamente a cubrir los gastos de manutención del hogar. Amor y control son los mecanismos que se deben adoptar para evitar que los hijos se desvíen y queden en las drogas o las pandillas.
¿Cuántos padres se preocupan por lo que hacen sus hijos cuando están fuera de casa?. ¿Sabe usted quiénes son los amigos de sus hijos?. Son algunas de las interrogantes que un buen padre deben atender para prevenir situaciones lamentables.
Siempre habrá situaciones imprevistas ya que en la calle están los peligros y las tentaciones listos para hacer caer a los chicos en las garras del vicio y la violencia, pero podemos adoptar medidas para reducirlos.
Los padres deben ser los primeros orientadores de sus hijos y explicarles los peligros a los que se exponen, para que no sean víctimas de avivatos.
Al mismo tiempo, se hace necesario mayor vigilancia de las autoridades, sobre todo en las llamadas zonas rojas.
Aquí cualquier jovencito tiene un arma de fuego. ¿Cuál es el control que se tiene sobre la introducción de éstas?. Señores de la Policía, es responsabilidad de usted desarrollar una labor de vigilancia efectiva, para evitar que la violencia se tome las calles. !Sólo le pedimos que cumplan su trabajo!.
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PUNTO CRITICO |
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