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Cierro la puerta y a veces siento espanto. Y no es en broma. A veces veo entrar el sol y lo siento poco aristocrático.
El béisbol y lacomisión técnica son como dos elementos que han de vivir del recuerdo y de la buena comunión entre ambos.
En tiempos pasados, la Comisión Técnica de la Federación de Béisbol interfirió de manera positiva para crear la ley de lanzamientos por lanzador en las categorías juvenil y mayor. Fueron claves los comisionados en la regla de antidopaje, en el sistema de campeonato, en las regulaciones y más que un saco pesado, era un liviano apoyo en el cual podría descansar cualquier federación.
Hoy día los de la Comisión Técnica no tienen sentido de trabajo. Mejor sería desvanecer el grupo y quedarse sin ellos. Como decía mi abuelita Petra: "Mejor en el suelo, que guindando".
Para escoger la era Omar Moreno, los de la Comisión Técnica desistieron de proponer nombres, cuando su función es guiar y recomendar. Pareciera que no tuvieran enfocados.
La pregunta es: ¿Cuántos realmente están en la Comisión Técnica?. Hay algunos de licencia, otros de adorno y otros que por sus puntos de vistas no son consultados.
OTRA PREGUNTA:
¿Los miembros de la Comisión Técnica fueron consultados para elegir el equipo universitario que va a Taiwán?
Seguro que no fueron consultados, entoces hay una brecha que empieza a ampliarse entre los federados y comisionados.
Lo más sano por el momento sería dejar en total aislamiento a la Comisión Técnica y cerrar esa puerta que conduce al abismo de criterios.
Ayer circulaba en el ambiente la noticia de que el profesor José Murillo sería el manager de Panamá Metro. Murillo es miembro de la Comisión Técnica y ningún miembro de la la "Bendita Comisión" puede dirigir... así que se nos viene encima la renuncia del profesor.
Eso deja otro hueco en la comisión... y para tener un defalco de calidad, mejor es cerrar o poner fuera de operatividad a la mencionada comisión.
Por ahora de nada nos sirven... mejor es colgar los guantes. Unas veces no operan y otras no son tomados en cuenta.
Así es nuestra pelota, poco tiempo y mucha parafernalia.
¡Viva el béisbol!
¡Qué mas me da! |
