REFLEXIONES
"Francia: Aliado empresarial de Panamá"

Carlos Christian Sánchez C.
Relacionista Internacional
Mientras los panameños celebraban sus fiestas patrias, una numerosa delegación de inversionistas franceses llegaba al Istmo, como parte de un sondeo empresarial para conocer la factibilidad de hacer grandes proyectos en nuestro país. Tuvimos la suerte de encontrarnos con parte de la comitiva, cuando abandonaban un hotel de la localidad, en el instante que partían hacia la Zona Libre de Colón. Se notaba un gran interés de esas prominentes personas en conocer las ventajas geográficas y económicas de Panamá, ahora que el proceso de Reversión Canalera se acelera. Nadie duda que Francia sea un aliado empresarial, para lograr el desarrollo social de esta nación centroamericana. Los franceses han sido los promotores de grandes proyectos urbanos, dentro y fuera de los departamentos de ese país europeo. Francia construyó el Canal de Suez, que hoy opera en Egipto. También los galos fueron los primeros en planificar y diseñar la ruta del Canal de Panamá. Poseen una gran reputación por su alta tecnología en la construcción y diseño de obras públicas desde hace más de cien años, cuando Gustavo Eiffel edificó la famosa torre que lleva su nombre y que es uno de los monumentos más célebres del mundo. Entre las prioridades futuras para desarrollar el entorno urbano capitalino en Panamá, se encuentra la necesidad de colocar otro puente sobre el Canal Interoceánica, en el lado norte de las Esclusas de Miraflores, como parte de facilitar el transporte vehicular hacia el interior de la República. Junto a este megaproyecto, está la instalación de un amplio sistema ferroviario urbano, mejor conocido como "Metro o Monorrial", el cual debe permitir la movilización de cientos de miles de personas diariamente, de un lado a otro de la ciudad capital. Incluso se especula la posibilidad de que los dos proyectos se trabajen conjuntamente, para también permitir la comunicación ferroviaria urbana por el segundo gran puente sobre la vía canalera. Por esa razón, quizás la participación de consorcios franceses pueda contribuir a solucionar con esos dos graves problemas metropolitanos, en lo referente a la rama del transporte colectivo. Es más, las empresas galas son entidades privadas de confiar, debido a que han producido ventas anuales que bordean los 130,000 millones de dólares, de los cuales más de 11,000 millones se manejaron fuera de Francia. Recientemente, los consorcios franceses han construido grandes estructuras modernas. Tal es el caso del Puente de Normandía, el cual puede ser una copia a similitud del que se necesita para el nuevo paso sobre el Canal de Panamá. Las cinco empresas francesas más importantes en la industria de la construcción son Bouygues, SGE, Lyonnaise des Eaux (filial de Dumez-GTM), Eiffage (filial de SAE-Fougerolle) y Spie-Batignolles. Por otro lado, otras firmas francesas han colocado los sistemas de metro en Caracas, Santiago de Chile, México, Chicago, Jacksonville y El Cairo. En la actualidad, los galos estrenan el nuevo modelo del monorriel, el cual denominan "Vehículo Automático Ligero" (V.A.L.), construido por la empresa Matra-Transports. El mismo ofrece a los usuarios una calidad de servicio incomparable, gracias a su alta velocidad y frecuencia, que oscila en un minuto de intervalo entre las estaciones en las horas de gran afluencia. Entre las empresas dedicadas a la promoción de este tipo de proyectos están la GEC Alsthom, fabricante de los vagones, rieles y mecanismos de las estaciones del metro o monorriel; Sofretu, Sofrerail, Sogelerg y SGTE. Tras el encuentro en la presidencia de la República, los empresarios franceses que visitaron Panamá demostraron su interés en participar en el desarrollo de nuestro país. Si esto se logra concretar, además de los beneficios que facilitará la construcción del puente canalero y el metro, se generarían miles de empleos permanentes y temporales, producto de las inversiones multimillonarias que planean los visitantes de Francia.
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