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Despacho de la Primera Dama de la República 25 de noviembre: Día de la No Violencia contra la Mujer y la Familia

Ruby Moscoso de Young
Primera Dama de la República
La violencia intrafamiliar, en todas sus formas es considerada hoy, como un problema de salud pública y un drama que amenaza no sólo la vida de más del 5% de mujeres panameñas que mueren cada año por su causa, sino que destruye la base de las relaciones familiares, conflictuando el ambiente donde crecen nuestros niños y niñas. El Despacho de la Primera Dama de la República, saluda todas las acciones que realiza el sector público y las organizaciones no gubernamentales del país, para superar la violencia en las relaciones familiares y ampliar las oportunidades para la plena incorporación de la mujer al desarrollo económico y social, base para la edificación de una cultura de tolerancia en la familia y la comunidad. La Excelentísima señora Mireya Moscoso, Presidenta de la República impulsa con interés, una agenda social dirigida a superar la pobreza a través del desarrollo humano. Esta política será efectiva en la medida en que toda la comunidad asuma acciones dirigidas a romper el ciclo de la violencia, a través de la reeducación de las nuevas generaciones dentro de una cultura de pacífica convivencia, promoción de una comunicación respetuosa y la consolidación del principio de equidad en todas las relaciones humanas. Panamá ha ampliado considerablemente sus marcos institucionales y jurídicos para la erradicación de la violencia en todas sus formas. Desde el año 1981 ratificamos como país, la Convención de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer; aprobamos la Ley 27 de 1995 que tipifica los delitos de violencia intrafamiliar y maltrato de menores y recientemente fue aprobada la Ley de Igualdad de Oportunidades. Todo este marco formal, facilita la definición de un Sistema Nacional para la Erradicación de la Violencia Intrafamiliar a través del cual tanto las organizaciones gubernamentales, como las asociaciones de la sociedad civil podemos unir esfuerzos y revertir esta problemática dentro de una política coherente, planificada y racional. Vivir en armonía es un derecho humano, la llave para entrar al verdadero desarrollo y la base para construir una vida saludable. Eliminemos por completo la violencia de nuestras vidas.
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